Con una inflación al alza en el contexto actual, los refugios clásicos, como el inmobiliario, pueden ser peligrosos
deuda pública en los mercados secundarios e incluso al propio mercado de valores», explica Josep Lladós, profesor de los estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Cataluña (UOC).
Distorsiones
Otro efecto que se puede generar en este caldo de cultivo tiene que ver con las posibles distorsiones en la asignación de activos. En un entorno de expectativas de inflación al alza, es frecuente que los inversores aumenten su demanda de activos físicos, como casas, terrenos o lingotes de oro. Por tanto, sacan su dinero de la bolsa para llevarlo a estos activos, lo que se traduce en más caídas.
En España sí hay mucha cultura del ladrillo porque históricamente ha habido una inflación muy alta y los inversores consideraban que estaban más protegidos con inmuebles que teniendo el dinero en el banco. Pero puede ser un arma de doble filo por culpa de la pandemia. El efecto es muy claro en las oficinas, donde habrá menor demanda. Y en el segmento residencial tampoco se espera una demanda muy boyante.
Por supuesto, el oro brilla con más fuerza que nunca en los entornos inflacionistas, un activo al que Farrás define como «un cuasidinero no imprimible». El problema es que el desembarco de los inversores en este tipo de activos pueda convertirse finalmente en una nueva burbuja, lo que suele suceder cuando el mercado asigna los activos con criterios distorsionados y especulativos, en vez de por oferta y demanda.
La protección contra la inflación se ha convertido en una cuestión de primer orden para los inversores, en especial para algunos gigantes de Wall Street. Es el caso de AllianceBernstein, una gestora que se está posicionando para un repunte de los precios a través de los bonos vinculados a la inflación de los Estados Unidos. No en el inminente corto plazo pero si a medio plazo.
Otra vez cuestión de expectativas. Y no es el único caso. «La perspectiva de un activismo fiscal continuado apoyado por la monetización de la deuda y la represión de los tipos de interés nos sugiere que los riesgos de inflación a largo plazo se inclinan al alza», dice Joachim Fels, asesor económico global de Pimco. Así, recalca este experto, «al igual que la actividad económica, la inflación y las expectativas de inflación pueden estar en un lento ascenso desde niveles deprimidos».
Encendido debate académico
El debate académico sobre esta cuestión también es muy intenso. La teoría cuantitativa del dinero desarrollada por Irving Fisher dice que la inflación depende en última instancia de la oferta de dinero. A más di