Inversión

Berkshire cuenta con sus propios riesgos particular­es, como quién acabará sucediendo a Buffett, que tiene 89 años

- Katherine Chiglinsky, Bloomberg Businesswe­ek

Con la adquisició­n adicional de Precision Castparts mediante una operación valorada en 37.200 millones de dólares hace más de cuatro años, Berkshire se convirtió en una sociedad con una gran concentrac­ión de operacione­s en sectores industrial­es.

Armstrong opina que «resulta obvio que Berkshire es mucho más grande y, por lo tanto, su crecimient­o será más lento, pero también se comporta de una manera más prudente que antes, y eso es algo que tiene valor para muchos inversores. No se me ocurre una empresa mejor posicionad­a en la que invertir si crees que los mercados bajistas y las recesiones no han desapareci­do como por arte de magia».

Desde luego que no han desapareci­do. Sin embargo, curiosamen­te el último episodio relativo a la volatilida­d del mercado ha resultado poco favorecedo­r para el estilo oportunist­a de Buffett. Durante la crisis financiera de 2008, sociedades como Goldman Sachs recurriero­n a Berkshire debido a su enorme volumen de capital y Buffett se ganó la reputación de caballero blanco.

Esta vez, el plazo para poder abalanzars­e y cerrar operacione­s a bajo precio se acabó de repente casi tan pronto como se abrió gracias a la sólida intervenci­ón de la Fed para mantener bajos los tipos de interés y asegurar que las sociedades pudieran seguir obteniendo préstamos.

Intervenci­ón

En palabras de Buffett durante la junta de mayo: «Hubo un periodo antes de que intervinie­se la Fed en el que empezamos a recibir llamadas. Algunas de las empresas que nos llamaron, después de que intervinie­se la Fed, pudieron obtener dinero en el mercado público en unas condicione­s que, sinceramen­te, nosotros no habríamos dado».

Berkshire aún ofrece ventajas que muy pocas sociedades o carteras de inversión pueden reproducir. Puede coger el efectivo generado por cualquier sociedad que controle y redistribu­irlo en otras operacione­s. Como, por ejemplo, en el caso de See’s Candies, un fabricante de dulces que Buffett incorporó en 1972 por 25 millones de dólares. Desde la adquisició­n, la sociedad había ganado 1.900 millones de dólares antes de impuestos y solo necesitaba 40 millones de dólares en inversione­s adicionale­s, según señaló Buffett en su carta anual publicada en 2015. Berkshire acabó utilizando ese dinero restante para comprar otros negocios. «Se debe concebir como la cría de conejos», decía Buffett en dicha carta.

Berkshire también cuenta con sus propios riesgos particular­es, como la cuestión de quién acabará sucediendo a Buffett, que tiene 89 años. Teniendo eso en cuenta, ciertos escépticos como Rolfe sostienen que los inversores que quieran exponerse a algunas de las empresas que componen Berkshire, como Geico o BNSF, pueden invertir en aquellos de sus competidor­es que cotizan en bolsa.

Los númerosos admiradore­s que aún le quedan a Buffett ven como una buena oportunida­d el hecho de ser titulares, mediante una sola acción, de una serie de negocios. «Se encuentran en sectores completame­nte distintos; les afectan en gran medida circunstan­cia distintas», afirma Armstrong. Y añade: «Se trata de un grupo de acciones más un elevado importe de efectivo; un efectivo que distribuye­n personas con un historial probado de buenas decisiones».

La reciente volatilida­d del mercado ha favorecido poco al estilo de Buffett

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain