Cinco «efectos secundarios» del virus
Ya se están estudiando los efectos secundarios que el virus deja en el cuerpo humano. Pero, sin duda, tendremos que sumar la huella que esta crisis dejará en las personas, en el planeta, en Europa, en las divisas y en la historia.
En las personas
Si la población está confinada implica que muchas personas ni siquiera pueden comer cada día, porque el día que no trabajan no comen. Esta crisis ha sumergido a 420 millones de nuevas personas en la pobreza extrema (1,7 euros al día). Ellos no tienen a quién pedir ayuda porque sus familiares y amigos están igual.
En el planeta
El Covid-19 ha provocado la mayor caída de emisiones de gas invernadero desde la Segunda Guerra Mundial (8 por ciento). Este hecho potenciará la lucha por el coche eléctrico e incrementará los impuestos desde Europa, EE.UU. y China a los derivados del petróleo y carbón. A ello se añade que los costes de energía solar y eólica han bajado sustancialmente, convirtiéndolas en alternativas mucho más competitivas. Como consecuencia, van a quebrar muchas empresas de ‘shale-gas’ y los países exportadores de petróleo se enfrentan una larga y profunda crisis.
En Europa
El abrazo entre Alemania y Francia para evitar otra guerra derivó en una UE que ha mantenido la paz durante siete décadas y se ha convertido en la mayor economía del mundo. Alemania es el corazón y la fábrica de Europa y ahora potencia la integración porque no va a permitir que su principal mercado se fragmente en países proteccionistas. Por eso el BCE hará lo que sea necesario para evitar desequilibrios en las primas de riesgo de los países del sur de Europa
En las divisas
El mundo está entrando en una guerra global de divisas. Casi todos los países están creando masivamente dinero e incurren en elevados déficits públicos para tapar el agujero que el coronavirus crea en sus economías.
Muchos países entrarán en tipos de interés negativos. Todos competirán por debilitar su moneda para ganar competitividad frente al resto. Es una guerra monetaria como no habíamos visto jamás.
En la historia
El virus acelera el ocaso de los Estados Unidos como líder del mundo. Ya iba China a sustituirlo como país hegemónico en estos años 20.
La convergencia toma velocidad porque los Estados Unidos cerrará 2020 con una caída de PIB superior al 4 por ciento, mientras China crecerá más del 3 por ciento.
Y es que este virus no ha cambiado las tendencias, las ha acelerado. El mundo posCovid-19 ya no será igual, pues los 300 años de supremacía de Occidente se acaban. Ha llegado el turno de Asia.