TikTok, el último enemigo chino de Trump
Los Estados Unidos amenazan con prohibir la popular aplicación de vídeos y memes, como ya ha hecho India
Como en su momento sucedió con Huawei, la popular aplicación de vídeos de origen chino TikTok se ha convertido en la última obsesión de un Donald Trump en modo preelectoral; en la compañía con la que el líder de los Estados Unidos pretende expiar los pecados de su archienemigo asiático.
En medio de la lucha por su reelección, el republicano ha lanzado recientemente una campaña en Facebook en la que acusa a la red social de espiar a los ciudadanos estadounidenses y les pregunta si el Gobierno de su país debería prohibir la aplicación de vídeos virales (muy popular entre los miembros de la generación Z, aquellos nacidos entre 1995 y 2005).
Pero las amenazas a TikTok no se limitan a las valentonadas en Twitter a las que ya nos tiene acostumbrados el presidente estadounidense. El secretario de Estado americano, Mike Pompeo, también ha advertido que el país se plantea prohibir aplicaciones móviles chinas y, especialmente TikTok, como ya ha hecho India (junto con otras 59 plataformas de su país vecino, acusadas de ser una amenaza para la seguridad y soberanía indias).
Los ciudadanos estadounidenses solo deben descargar la aplicación «si desean que su información privada esté en manos del Partido Comunista Chino», llegó a asegurar Pompeo.
En realidad, TikTok almacena una cantidad de información similar a la que guardan otro tipo de redes sociales de este estilo, como Youtube (y bastante menos que competidoras como Facebook).
Sin embargo, su procedencia china le ha colocado en el ojo del huracán, ante las sospechas de que el Gobierno mandarín la podría usar como herramienta de espionaje o propaganda, algo que también ha puesto contra las cuerdas a las empresas especializadas en el despliegue de la tecnología 5G, como Huawei o ZTC.
Desde la Administración de Trump argumentan que la ley de seguridad china obliga a las corporaciones de aquel país a facilitar datos al Gobierno de Pekín y eso, según ellos, incluye información de cualquier tipo.
Esfuerzos para distanciarse de China
TikTok ha realizado importantes esfuerzos para distanciarse de sus orígenes chinos, instalando oficinas y servidores en diferentes ciudades del mundo. Asimismo, recientemente eligió a un estadounidense para el cargo de nuevo consejero delegado de la firma, que recayó en el responsable de la plataforma de «streaming» Disney Plus, Kevin Mayer.
Unos 165 millones de estadounidenses usan la aplicación de origen chino
Y, por si quedaran dudas, un portavoz de la firma dijo recientemente en un comunicado: «No tenemos prioridades más importantes que promover una experiencia segura para nuestros usuarios. Nunca hemos compartido datos de nuestros usuarios con el Gobierno de China y no lo haríamos si nos lo pidiera».
Sin embargo, este tipo de movimientos no han sido suficientes para eliminar las sombras de la sospecha que pesan sobre esta herramienta que, a priori, no es más que una inocente aplicación en la que los adolescentes del mundo editan divertidos vídeos y memes de manera muy sencilla y lúdica.
Censura
Por ejemplo, aunque no existen pruebas de espionaje o propaganda por parte de la red social, el diario británico ‘Guardian’ publicó que tenía en su poder algunos documentos que certificaban que el equipo de moderación de contenidos de la red social había censurado algunos temas vetados por el Gobierno de Pekín como la matanza de la plaza de Tiananmén, la secta religiosa Falun Gong o la isla de Taiwán. Tampoco era fácil encontrar vídeos de las protestas de Hong Kong en la red social pese a que las manifestaciones fueron protagonizadas por personas jóvenes, las que más usan este servicio.
Asimismo, otra muestra que escama a los escépticos es que la compañía propietaria de TikTok, la poderosa tecnológica ByteDance, ya dio su brazo a torcer ante el aparato de la censura china en 2017 cuando se vio obligada a pedir públicamente disculpas por «diseminar información pornográfica y vulgar» a través de la popular aplicación de noticias Toutiao, lo que dio muestra de su escasa capacidad de resistencia ante las presiones del Ejecutivo chino.
Por otro lado, sus lazos con el poder también podrían quedar en evidencia si se confirma que la compañía va a frenar sus planes para abrir una sede en Londres que daría empleo a unas 3.000 personas en represalia por el veto del Reino Unido a las compañías chinas para el desarrollo de las infraestructuras de 5G.
En medio de esta oleada de presiones contra TikTok, ya se empiezan a rumorear diferentes opciones para la red social. Una de ellas podría ser su venta, como ya ocurrió con la popular plataforma de contactos gay Grindr, que en su momento también fue considerada una fuente de posible espionaje por parte de Estados Unidos debido a sus orígenes chinos.
No existen pruebas de que TikTok haya compartido datos de los usuarios con Pekín
Facebook, de copiado a ‘pirata’
En todo caso, TikTok no solo obsesiona a los dirigentes estadounidenses sino también a sus competidores.
Por ejemplo, Facebook realizó recientemente un movimiento para frenar la imponente escalada de esta herramienta (que en Estados Unidos ya acumula unos 165 millones de usuarios), con el lanzamiento de Reels, un clon de la aplicación china.
En realidad, se trata de su segundo intento de poner coto al ascenso de la app, tras el fracaso de Lasso, que también se parecía sospechosamente a la red social asiática (que tiene 800 millones de usuarios a nivel mundial, según algunas fuentes, aunque Bloomberg eleva esta cifra hasta los 2.000 millones).