Inversión

Reconstruc­ción europea

- Enrique Marazuela, CFA, Cad. Director de Inversione­s BBVA Banca Privada

El reciente acuerdo de la Unión Europea de constituir un fondo de reconstruc­ción tras la pandemia llamado Next Generation

EU por un importe de 750.000 millones de euros constituye un hito de primera magnitud. En primer lugar, es la Unión Europea quien se endeuda, siendo la garante frente a los inversores y no los Estados miembros. Eso ya es un avance importante en la integració­n europea. Es un logro aunar intereses tan opuestos como los de los países con más

desequilib­rios, que desean la mayor cantidad en transferen­cias y la ausencia de condiciona­lidad macroeconó­mica, y la de los más solventes, que pretendían maximizar la parte de préstamo y exigir una firme condiciona­lidad.

Creemos que en términos generales el acuerdo es muy satisfacto­rio. Pese a los sacrificio­s vistos en el pasado, la condiciona­lidad macroeconó­mica ha permitido a los países afectados erradicar prácticas nocivas, entrando de este modo en una senda mucho más sostenible tras hacer las reformas exigidas. Por otra parte, es cierto que no se ha alcanzado la cuantía deseada en formato de ayuda, pero 390.000 millones de euros es un importe contundent­e.

El foco del fondo Next Generation EU también resulta impecable ya que se orienta a preparar mejor a los Estados miembros para la transición digital y la ecológica, al tiempo que trata de incrementa­r el capital humano, que es la auténtica riqueza de las naciones.

En cuanto a su impacto en mercados, creemos que el aforismo «compra con el rumor, vende la noticia» se ha cumplido, pero creemos que la noticia es tan buena que no hay que vender. Sí es cierto que el mercado compró con el rumor; solo tenemos que ver la fortaleza del euro frente al dólar y el estrechami­ento de las primas de riesgo periférica­s recientes. Pero los beneficios de una Europa más integrada, en un mundo donde los bloques son cada vez más grandes y poderosos; y de un fondo cuyos objetivos y condiciona­lidad macroeconó­mica orientan a los Estados a seguir la dirección correcta, no son tan evidentes en el corto plazo. Creemos que se irán haciendo más visibles en el medio plazo y que los veremos en forma de lluvia fina. Pensamos que estas bondades se irán reflejando en un mayor apetito de los inversores globales por los activos de riesgo europeos, apetito que ha brillado por su ausencia en los últimos años. ¿Dejarán de estar, como decía la canción de Loquillo, en el «pupitre de atrás»?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain