Las opas también provocan sacudidas en el parqué
Las operaciones lanzadas sobre Biosearch y Naturgy muestran por dónde puede ir el interés de los inversores extranjeros
El escenario actual también es idóneo para que el mercado se agite con las opas: valoraciones bajas, liquidez abundante y una esperanza de recuperación en el horizonte. «Casi todo está a tiro de opa ahora mismo», reconoce Natalia Aguirre, jefa de análisis de Renta 4.
De hecho, ya hemos visto los primeros síntomas de la oleada que podría avecinarse, con las ofertas lanzadas sobre la biotecnológica Biosearch y Naturgy con una diferencia de muy pocas semanas.
Unas operaciones que marcan por dónde puede ir el interés de los inversores en lo que respecta al mercado español. Y es que, con todo el Ibex y el Continuo vulnerables tras la caída de las valoraciones, los expertos creen que estos van a preferir poner el foco en los sectores más atractivos (el farmacéutico y el energético), en lugar de centrarse en las compañías más apaleadas del parqué. «Hay mucho interés por parte de los inversores en las renovables. Eso se puede traducir en la compra de parques solares. Pero también puede derivar en la adquisición de compañías que se dedican a poner en marcha esas instalaciones de energía renovable, que ya tienen una cartera y experiencia de ir a las subastas y ponerlas en marcha», explica Nicolás López, director de análisis y renta variable de Singular Bank.
Las candidatas
En ese sentido, todas las compañías del ramo que cotizan en la bolsa serían firmes candidatas a ser opadas: Solaria, Audax, Grenergy, Solarpack y Soltec.
«Estas últimas semanas, el sector de las renovables ha sido muy castigado por el buen desempeño que ha realizado y va a realizar en el futuro. Es un buen momento para ser opadas por parte de grandes fondos», apunta Diego Morín, de IG Markets.
De hecho, Grenergy ha sido señalada como la compañía española con más posibilidades de ser opada, según Citi. «Grenergy Renovables, el productor de energía reno
vable que cotiza en España, ocupa el primer lugar en las pantallas de nuestro equipo», afirman desde Citi.
El otro área candente es el de las farmacéuticas, donde despunta con fuerza Pharmamar (que, de hecho, ya ha protagonizado rumores en este sentido).
«Las compañías biotecnológicas pequeñas, que tienen solo unos pocos productos en el mercado pero con una buena cartera de investigación, son objetivo habitual de las grandes farmas a las que, en un momento dado, les interesa lo que tienen y las compran. Es cierto que Pharmamar es una compañía muy controlada por sus dueños pero eso no quiere decir que no pueda haber alguna operación corporativa», apunta López.
Por su parte, Morín cree que el apetito de los grandes laboratorios farmacéuticos también podría saciarse con la compañía de hemoderivados catalana Grifols.
En todo caso, que haya interés en empresas de renovables y farmacéuticas no quiere decir que no puedan darse operaciones en otras áreas. López, por ejemplo, apunta que las socimis están a precios de valoración históricamente bajos, del orden del 30 por ciento con respecto al valor de sus activos, lo que podría también atraer la atención de los inversores. De hecho, el supuesto tanteo del fondo canadiense Brookfield ya calentó la cotización de Merlin Properties (mayor socimi española), este verano. Más allá de eso, un caso evidente de compañía vulnerable a una opa es el del Banco Sabadell que, pese a haber frustrado la fusión con BBVA, tiene un futuro en solitario complicado debido a su mediano tamaño y a las fuertes minusvalías bursátiles que acumula. Con todo, los expertos explican que invertir con vistas a una opa es una estrategia muy arriesgada pues puede que nunca llegue a cristalizar una oferta sobre la compañía en la que hemos puesto el foco. «En general, no suelo recomendar entrar en valores por este tipo de motivos. Es como jugar a la lotería. Otra cosa distinta es que, a la hora de analizar una compañía, sea un factor que tengas en cuenta. Por ejemplo, si estoy viendo que Pharmamar y las renovables me gustan, puedo apreciar, además, que en el futuro podrían ser compradas», señala López.
Biosearch y Naturgy
Caso distinto es el de Biosearch y Naturgy, pues son compañías que ya cuentan con una oferta sobre la mesa.
En el caso de la ‘utilitie’, se disparó casi un 18 por ciento el 25 de enero tras conocerse la noticia pero, después, ha ido perdiendo fuelle y ya ‘solo’ sube un 5 por ciento, ante las incertidumbres que pesan sobre la operación.
Concretamente, preocupa la reticencia del Gobierno a ceder una parte del accionariado a una compañía extranjera.
Si bien, de salir adelante la operación, es de esperar que el valor se disparase «por la prima ofrecida y por las posibilidades de crecimiento» que supone esta opa para la corporación, opina Morín.
En cambio, Biosearch prácticamente ha descontado la noticia tras revalorizarse un 37 por ciento desde ese día hasta los 2,14 euros que marca actualmente (muy cerca de los 2,2 ofertados en la opa), por lo que ha agotado gran parte del potencial asociado a esta posibilidad.