Los renglones torcidos de Coinbase
Coinbase ofrece servicios de intermediación para compraventa de criptodivisas, lo mismo que un bróker tradicional con las acciones. Pero ahí acaban todos los parecidos. Para empezar, las interrupciones del servicio son muy frecuentes y no es raro que los sistemas estén caídos en los momentos más álgidos del mercado. Además, su servicio es caro. Los costes dependen del país y del volumen de la compra. En España cargan un fijo de 2,99 euros para compras de entre 50 y 200 euros más un variable del 3,99 por ciento si el pago se hace con tarjeta de crédito. Igualmente, el servicio de atención al cliente es prácticamente inexistente. Lo saben bien los usuarios españoles que intentaron reclamar cuando Coinbase restringió el acceso a sus cuentas sin previo aviso y sin ninguna justificación. La excusa que ofrece el grupo es que la cuenta está «en revisión» y aunque Coinbase asegura que este proceso suele tardar unos días, hay clientes que llevan más de un mes sin poder acceder a sus fondos, según ha comprobado INVERSIÓN. Se trata de usuarios que venían operando normalmente durante años y que de la noche a la mañana vieron su acceso restringido. Es cierto que la regulación es muy exigente en materia de identificación pero no es menos verdad que el bróker ni informa sobre los motivos de las restricciones ni ofrece vías para solucionar la incidencia. En fuentes del sector se especula con la posibilidad de que Coinbase quiera salir muy bien en la foto antes de saltar al parqué, tratando de evitar el cierre de cuentas. INVERSIÓN trató de confirmar estos extremos con Coinbase, pero al igual que sucede con la atención al cliente, el departamento de prensa tampoco respondió. En el folleto de la salida a bolsa, Coinbase se vio obligada a revelar las distintas investigaciones que las autoridades estadounidenses hicieron al bróker. Por ejemplo, el fiscal general de California emitió una citación en 2019 para investigar prácticas y políticas comerciales, quejas de clientes y lanzamiento de activos. El grupo también ha sido investigado por la comisión de futuros (CFTC) e incluso por la SEC, el regulador de los mercados. En los registros de la CNMV, Coinbase aparece en el grupo de entidades que no cuentan con ningún tipo de autorización ni están registradas. Al ser preguntada por INVERSIÓN, la CNMV dijo que no existe una regulación específica para plataformas, por lo que no están sujetas a su supervisión. Los inversores que se vean perjudicados deberán ir a los tribunales ordinarios.