Mifid II necesita un nuevo ‘lifting’
Los ajustes de Mifid II no han terminado. La directiva de mercados e instrumentos financieros necesita nuevos retoques para acabar con las deficiencias que aún acarrea y que, según los expertos, hay que subsanar. Entre ellas destacan las relacionadas con el modelo de retrocesiones, con los cambios ocasionados en los mercados tras el Brexit y con los requerimientos excesivos exigidos a las entidades financieras que les resta competitividad.
Estos cambios estarían orientados a mejorar la protección de los inversores, a lograr un sistema financiero más transparente y seguro y a facilitar el trabajo de las gestoras y de las empresas de servicios de inversión. En este último caso, una manera de hacerlo sería reducir la carga excesiva de documentación e información que estas entidades envían a sus clientes, y aunque con la nueva reforma aprobada en febrero ha disminuido, aún es demasiada y, en muchos casos ineficaz. A muchos inversores, principalmente los minoristas, tanta información les sobrepasa y son incapaces de discriminar lo importante de lo accesorio.
Otro de los aspectos a tratar sería el actual modelo de retrocesiones en la distribución de fondos de inversión, que resta transparencia sobre costes y comisiones. Desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores abogan por prohibir los incentivos para todos los productos minoristas en la Unión Europea, siempre que la prohibición se aplique no solo a los productos ‘mifid’, sino también a otros productos similares como los instrumentos de seguros de inversión, con el objetivo de garantizar la igualdad de condiciones necesaria. Estos cambios podrían aprobarse a finales de 2022, en que está prevista una nueva revisión de Mifid II.