Los inversores exigirán una mejor divulgación de los riesgos y estrategias a nivel climático
Ebro han tenido que impor- tar crías de mejillones de Grecia, puesto que las altas temperaturas causaron la mortalidad de alrededor de un millón de las crías durante el verano.
Y aunque estos son solo algunos ejemplos, muchas otras compañías han visto alteradas sus operaciones y cuentas de resultados como consecuencia de los eventos climáticos extremos.
Teniendo en cuenta el amplio rango de impacto y diferencias de severidad que pueden tener los aspectos medioambientales en el negocio de las compañías y la sociedad, el que los ejecutivos y consejos de administración no se pregunten y reporten sobre és- tos a estas alturas es, si más no, preocupante.
Más exigencias
De este modo, los accionistas e inversores institucionales probablemente sigan exigiendo a las compañías durante el próximo año 2023 una mejor divulgación de los riesgos y estrategias a nivel climático.
Claramente, habrá sectores mucho más expuestos a otros. Son muchas las compañías que ya reportan sobre ello y cada vez hay un mayor conocimiento de cómo hacer el análisis y cómo reportarlo.
Igualmente, la exposición será desigual a otro aspecto que preocupa cada vez más como es la ciberseguridad.
Las interrupciones de los negocios, la seguridad de los datos, el impacto reputacional que ello supone puede ser un factor muy decisivo en aquellos sectores donde la mayor parte de su actividad es el procesamiento de datos: desde bancos o sector asegurador, a infraestructuras críticas y obviamente empresas tecnológicas.
Después de la pandemia millones de trabajadores se replantaron la forma de relacionarse con sus empresas. Ello llevó a lo que se conoció en los Estados Unidos como la gran renuncia. Las empresas tienen cada vez más dificultades de atraer y retener talento.
Cada vez hay una mayor exigencia por parte de los potenciales empleados en conocer las prácticas laborales de las compañías.
De este modo, aspectos como igualdad salarial a nivel de género, aspectos de diversidad y corrección de malas prácticas laborales van a seguir siendo aspectos en los que se va a exigir mayor transparencia a las compañías.
Implicación de las gestoras
En el año 2023 vamos a ver un incremento de la actividad de implicación por parte de las grandes gestoras. Esta actividad de diálogo con las compañías en las que invierten ha sido fomentada en parte por la regulación y parece que está destinada a quedarse teniendo en cuenta los equipos especializados que muchas gestoras están construyendo.
Igualmente, las compañías están cada vez proponiendo consejos de administración de perfiles más diversos a nivel de conocimiento y capacidades.
El principal objetivo es poder llevar a cabo estos diálogos y ser capaces de tener una visión más holística de los riesgos y oportunidades de las compañías.
A nivel de voto en juntas, la aprobación del US Universal Proxy en los Estados Unidos va a permitir reducir los costes para los accionistas a la hora de presentar sus propuestas en las juntas de accionistas.