Una mayor regulación devolverá la tranquilidad al sector en un momento crítico
La dirección de los criptoactivos este año se ha visto muy afectada por las condiciones macroeconómicas: el aumento de la inflación y, más concretamente, la subida de los tipos de interés y el endurecimiento cuantitativo por parte de los bancos centrales.
Esto ha drenado la liquidez de los mercados globales que no se han salvado de sufrir duras correcciones. En el ecosistema de los criptoactivos, además, la salida de capitales y el recorte de los precios de los principales activos ha mostrado las debilidades estructurales en ciertas áreas. Sin embargo, muchos proyectos y negocios siguen siendo resistentes y parece que se beneficiarán de un incremento en la regulación, lo que derivará en un entorno de mayor seguridad pa- ra los participantes en el mercado.
El regreso de un cripto mercado alcista
Inversores y usuarios de la tecnología criptográfica deben dar la bienvenida a la oleada de supervisión de las plataformas centralizadas y de los custodios que está en la agenda en 2023, lo que intenta devolver la tranquilidad al sector en un momento crítico. Garantizar buenas prácticas como la segregación de los activos de los clientes, la correcta colateralización y la conciliación de efectivo, además de la transparencia, será crucial para reguladores y participantes, para lograr una industria sostenible.
La UE ya está avanzando con legislaciones como el Reglamento de Mercados
en Criptoactivos (MiCA). Mientras, el Proyecto de Ley de Servicios y Mercados Financieros va a cambiar las reglas del juego en el Reino Unido. EEUU también está haciendo grandes movimientos regulatorios, pero queda por ver qué dirección toman.
El otro foco de atención de los inversores, el entorno macroeconómico, también podría dar algo de tregua. La inflación podría empezar a bajar. De hecho, es posible que ya hayamos alcanzado el máximo. Alrededor de marzo, llegaría el pico en las tasas de interés, lo que podría ser un viento de cola positivo para los activos digitales, ya que los mercados pueden considerar que es el momento de empezar a comprar de nuevo.
La larga pausa en el alza de los tipos derivará en un eventual recorte a partir de noviembre de 2023. Cuando los tipos empiecen a bajar, habrá más liquidez disponible para volver a entrar en los mercados de inversión. Esto podría alimentar un nuevo mercado alcista a medida que nos acercamos a la próxima reducción a la mitad de la recompensa por cada bloque minado de la cadena de bloques del bitcoin, a principios o mediados de 2024.
Aunque el halving no se espera hasta bien entrado el año siguiente, los inversores podrían empezar a descontar este evento, lo que se traducirá en un impacto en este criptoactivo.
La ruta de la web3 y los NFT
El viaje de la web3 tampoco ha estado exento de baches en 2022. Pero las continuas actualizaciones y la hoja de ruta de las principales redes, como ethereum y cardano, mantendrán a los inversores centrados en el crecimiento y la innovación a largo plazo.
Habrá esfuerzos renovados para mejorar la escalabilidad. Ethereum ya cuenta con una planificación de cambios muy detallada, con la llamada fragmentación como hito clave, que podría producirse en 2023. Este desarrollo consiste en dividir la red en segmentos más pequeños o fragmentos para repartir la carga, reducir la congestión y aumentar las transacciones por segundo.
Al igual que la fusión, estas actualizaciones serán muy esperadas por el mercado. Aunque el cambio de protocolo a prueba de participación de ethereum se produjo en un contexto de problemas más amplios, y hasta ahora no ha dado lugar a movimientos positivos en los precios, nuevas innovaciones en un entorno más suave podrían ser bien recibidas y apoyar al mercado.
La euforia de los NFT dará paso a una maduración de los mismos. Casos de uso como la tokenización de activos y la incorporación de instrumentos tradicionales a la blockchain están creciendo en interés entre los inversores institucionales. Y podría derivar en una transformación profunda de la forma en que el sistema financiero maneja tales productos y servicios. Tienen el potencial de ser la historia transformadora de 2023.
CBDC y consumo de energía
Otros asuntos que están en el radar son las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) y el consumo energético del bitcoin. Las primeras han quedado un poco diluidas en la narrativa de 2022, aunque el próximo año se realizarán más pruebas piloto y estudios de viabilidad por parte de los bancos centrales sobre los casos de uso y el potencial de la tecnología blockchain, así como sus posibles usos, especialmente en el ámbito de los pagos transfronterizos.
En lo que respecta al segundo punto, el consumo de energía seguirá siendo la pieza de la discordia en el sector de los criptoactivos, con los entusiastas del bitcoin corriendo a explicar