La eterna reforma de las pensiones

Ahora que el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, negocia la segunda parte de la reforma de las pensiones, una mirada atrás recuerda otras iniciativas llevadas a cabo en los últimos años

Hace ocho años, en diciembre de 2014, Inversión reunía a los mejores expertos para debatir sobre el futuro de las pensiones. Entre los invitados se encontraba el entonces secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, que desgranó las medidas incluidas en la reforma fiscal que impulsó el Gobierno de Mariano Rajoy para el fomento del ahorro a largo plazo.

Entre las medidas destacaba la nueva ventana de liquidez con la contarían los planes de pensiones que se formalizaría a partir de 2015. A los 10 años de vida del plan se podría rescatar sin necesidad de acogerse a ninguna de las contingencias habituales (jubilación, incapacidad, desempleo de larga duración).

«Es un hecho positivo, porque no necesariamente se rescatarán esos planes a partir del año 2025, pero los partícipes sí que estarán psicológicamente más tranquilos al sentir que su dinero no estará bloqueado», apuntaba Miguel Ferre.

El secretario de Estado de Hacienda insistía, a diferencia de Escrivá, en lo necesario que era incluir en la reforma fiscal numerosos incentivos de ahorro para el medio y largo plazo, destacando que la rentabilidad de estos productos no iba a pagar impuestos. «Es fundamental complementar las pensiones públicas», afirmaba, un mensaje que nada tiene que ver con el transmite el actual Gobierno.

En lo único que se acercaba en lo ejecutado por Escrivá es que la reforma fiscal de Rajoy contemplaba también una limitación tributaria de aportaciones a los planes de pensiones hasta los 8.000 euros desde los 12.500 euros vigentes en ese momento. Muy lejos, en cualquier caso, de los 1.500 euros actuales.

Portada de Inversión del 05/DIC/2014