Expansión Andalucía - Sábado - Inversor
El furor por la inteligencia artificial divide
Los inversores castigan a Meta por el alto coste de desarrollar su propia tecnología, pero dan un respiro a
La euforia de los últimos meses en Wall Street con cualquier proyecto que lleve estampadas las siglas IA (inteligencia artificial) se ha encontrado estas dos últimas semanas con un mensaje unánime de los siete magníficos: para que de verdad estas iniciativas ofrezcan las rentabilidades prometidas es necesario invertir antes miles de millones en desarrollo tecnológico.
Justo ahora que Meta y Alphabet van a pagar este año su primer dividendo de la historia, surgen las dudas entre los inversores sobre quién será el caballo ganador. La competición por el liderazgo de la IA ha empezado y a medida que las distancias entre unos y otros se van haciendo más evidentes, también cambian las apuestas en Wall Street.
En la campaña de resultados del primer trimestre, los inversores se han fijado menos en los números a corto plazo y más en la visión a largo, lo que predice que será una carrera de fondo. El mejor ejemplo es Meta, que pese a ganar un 117% más entre enero marzo, sus títulos vivieron su peor jornada en Bolsa de los últimos 18 meses al día siguiente de presentar resultados.
¿La razón de esta espantada entre los inversores? Su previsión de que necesitará gastar este año 10.000 millones de dólares (9.366 millones de dólares) para poder construir su propio modelo de inteligencia artificial, que además, ya llega tarde en comparación con sus rivales.
Las palabras de su consejero delegado y fundador, Mark Zuckerberg, no sentaron bien en Wall Street: “Preveo un ciclo de inversión de varios años antes de que la inteligencia artificial de Meta, su aplicación a los negocios de otras empresas y otras tecnologías se conviertan en servicios rentables”.
Por el contrario, Microsoft y Alphabet han recibido estos días el apoyo de Wall Street, a pesar de que sus resultados han sido mucho más modestos que los de Meta. Sin embargo, han ligado el aumento del gasto en IA al incremento de la demanda de sus servicios y no tanto al desarrollo, ya que sus modelos generativos no solo ya están funcionando a pleno rendimiento, sino que además son los líderes actuales del mercado.
Los analistas alertan de la volatilidad a la que estarán sometidos los siete magníficos los próximos meses y descartan que su evolución en Bolsa vaya a ser simétrica. De hecho, apuestan por tendencias individualizadas y más divergentes a golpe de anuncio sobre cómo van evolucionando sus planes en el mundo de la inteligencia artificial.
Nvidia
De momento, el gran vencedor sigue siendo Nvidia. En lo que va de año, se ha revalorizado cerca de un 78%, que se suma al rally del 239% que protagonizó en 2023. La compañía se ha mantenido al margen del foco de Wall Street estas dos últimas semanas, porque publica sus resultados trimestrales mucho más tarde que sus rivales, a finales de este mes.
Aun así, las previsiones siguen siendo positivas y el consenso de analistas le otorga un precio objetivo que rondaría los 1.000 dólares por título, lo que supone que todavía tiene un potencial alcista del entorno del 13%.
De todas formas, los pronósticos se actualizarán dentro de unas semanas, en cuanto el grupo liderado por Jensen Huang confirme si los números trimestrales están en línea con lo que espera el mercado o si, como viene siendo habitual en el último año y medio, sorprende con unos resultados muy superiores a las estimaciones más optimistas, hazaña que ha convertido a Nvidia en la reina de Wall Street.
Tesla
La gran sorpresa estas últimas dos semanas ha sido Tesla.
Sus resultados han sido los peores que se recuerdan desde la pandemia, con una caída del beneficio del 55%. Sin embargo, en Bolsa ha sido capaz de invertir la tendencia bajista iniciada hace cuatro meses y en los últimos días ha escalado casi un 30%. Pero, en lo que va de año todavía acumula una pérdida de capitalización superior al 25%.
El anuncio de Elon Musk, su consejero delegado, de centrarse en el desarrollo del robotaxi ha sido un éxito en Wall Street, que confía en su diferenciación a la hora de desarrollar su propia inteligencia artificial y aplicarla a la conducción autónoma de vehículos. Además, esta semana ha sorprendido al mercado con un viaje a China y un acuerdo histórico para probar en ese mercado su modelo de IA.
La compañía cotiza un 4% por encima de su precio objetivo, pero eso se debe a los recortes de los analistas tras el anuncio de la caída de ventas en el primer trimestre. Sin embargo, los cálculos no recogen los últimos anuncios de Musk.
Cathie Wood, fundadora de ARK Invest, ha sido de las primeras en echar números: “Si la red de robotaxis crece como creemos que lo hará, el margen bruto de Tesla debería aumentar drásticamente”. En su opinión, estaríamos hablando de márgenes del entorno del 85% en el segmento de conducción autónoma –frente al 15% medio de la compañía en estos momentos–.
Microsoft
Los resultados trimestrales de Microsoft han sido buenos. La compañía ganó 21.939 millones de dólares, un 20% más que en el mismo periodo del año anterior. Su división Intelligent Cloud ha sido la que más ha crecido, mejorando su desempeño un 21%. El mensaje de su consejero delegado, Satya Nadella, fue claro: “Estamos orquestando una nueva era de transformación de la IA, impulsando mejores resultados comerciales en todos los roles e industrias”.
Sin duda, los analistas siguen apostando a medio plazo por Microsoft y su liderazgo en el mercado de la inteligencia artificial, entre otras cosas gracias a su participación en OpenAI (dueño de ChatGPT). El consenso le otorga un potencial alcista superior al 20%. Hay que tener en cuenta que, contagia