Expansión Nacional - Sabado - Inversor
Rolls-Royce marca nuevos hitos y no se duerme
El fabricante británico de motores de aviación Rolls-Royce ha pasado grandes dificultades por la pandemia, que le llevaron a pérdidas de 4.039 millones de libras en 2020 (unos 46.982 millones de euros actuales) y le obligaron a un programa de desinversiones de 2.000 millones, entre ellas la de la española ITP Aero, recién completada. La recuperación financiera está siendo rápida: en 2020 y 2021 el grupo generó cash-flow libre negativo de 4.200 y 1.200 millones de libras, respectivamente, pero anticipa entrar en positivo este año y posiblemente retomar el dividendo en 2023. Del total de ingresos, el 41% corresponde a aviación civil, el 31% a defensa (160 clientes), el 25% a paneles solares y baterías (40.000 clientes en 11 sectores) y el 3% a otros negocios con importante potencial.
El top 4 mundial en motores de aviación está formado por General Electric (EEUU), Pratt & Whitney (EEUU), Rolls-Royce (Reino Unido)
y Safran (Francia). Rolls-Royce equipa hasta 35 tipos de aviones distintos y sus motores propulsan a 15.400 aviones en el mundo. Las perspectivas
de crecimiento son buenas dada la recuperación del tráfico aéreo. Esta semana el grupo ha sido noticia por ser la primera compañía en probar un motor de avión alimentado con hidrógeno, demostrando su capacidad técnica. La compañía se ha referido al éxito de la prueba en tierra como un “hito emocionante” en el desarrollo de la energía de hidrógeno para reducir emisiones. Los nuevos negocios tienen muchísimo interés y reflejan grandes ambiciones. El primero, Rolls-Royce SMR, consiste en minicentrales nucleares de 470 MW que se construyen en 500 días. Los SMR ofrecen una solución permanente para usuarios intensivos, como por ejemplo centros de datos. El segundo, Rolls-Royce Electrical, está enfocado en soluciones de movilidad aérea urbana con propulsión eléctrica, que desarrolla con EVE, la filial del fabricante brasileño de aviones Embraer, que tiene prepedidos de 1.735 unidades. Estos dos negocios, todavía en fase muy incipiente, pueden abrir un nuevo capítulo en la brillante historia de esta compañía. Rolls-Royce tiene una cartera de pedidos de 50.200 millones de libras, emplea a 38.600 personas y la capitalización bursátil suma 7.600 millones. La cotización ha subido un 40% desde el mínimo de los doce meses.