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¿Son atractivos los fondos garantizados que ofrecen los bancos?
La oferta de fondos ha dado un vuelco y los productos conservadores inundan la red bancaria. Estos fondos tienen pros y contras que el inversor debe considerar antes de contratar.
Tras la tormenta, siempre llega la calma. Parece que también esto ocurrirá en el mercado de renta fija que va recuperando, poco a poco, su atractivo. En el entorno actual de tipos de interés al alza, la deuda recupera su característica de valor refugio e incluso algunas gestoras de fondos internacionales, como Fidelity, hablan ya de “excelentes perspectivas” para 2023 en el mercado de bonos.
En lo que llega 2023, y se materializan o no las expectativas en este mercado, la oferta de fondos de inversión de las gestoras españolas ha sufrido un giro de 160º. Los fondos de Bolsa internacional y los temáticos han dejado paso a productos de renta fija, que copan los lanzamientos de 2022.
Casi todos los fondos nuevos del año en España llevan la etiqueta de “conservador”. Abanca, Bankinter, BBVA, CaixaBank, ING, Ibercaja, Kutxabank, Banca March, Sabadell y Santander, son algunas de las entidades que han lanzado fondos de este tipo. Y los inversores responden. Las suscripciones a productos de renta fija, garantizados y con objetivo de rentabilidad rozan los 19.000 millones de euros netos en lo que va de año.
El éxito comercial es rotundo. Pero pueden generar algunas dudas a los inversores. ¿Es interesante contratar los fondos garantizados que ofrecen los bancos?
Básicamente, estos productos, aunque concaracterísticas distintas entre ellos, tienen en común que invierten en renta fija a vencimiento. Ofrecen pros y contras al inversor.
Lo cierto es que, por el momento, son el único producto que ofrecen los bancos que da algo de rentabilidad al cliente más conservador, aprovechando la subida de tipos de interés. La mayoría de estos fondos invierte en deuda pública, y muchos de ellos en bonos de gobiernos español e italiano, que ofrecen alrededor del 2,5% a doce meses.
A través de estos fondos, el inversor puede llegar a conseguir hasta un 3%, dependiendo del fondo y de los plazos del producto.
Una consideración importante a valorar es la rentabilidad neta de estos fondos una vez descontada la inflación, que roza el 10%. Aunque lo cierto es que ningún depósito, ni otro producto financiero de bajo riesgo, cubre la subida de los precios este año.
Por otra parte, en la mayoría de los casos los nuevos fondos no son productos que garanticen la inversión, como ocurriría al contratar un depósito. La rentabilidad que ofrecen los productos es una estimación que realizan las entidades. Sí hay algunos productos garantizados (Cajamar, las Cajas rurales o Banca March los están ofreciendo), pero no son la mayoría
Otra de las consideraciones que el inversor debe tener son los plazos de inversión del fondo que contrata. Salvo alguna excepción que invierte a muy corto plazo (Santander ha renovado su oferta con fondos a 13 meses y 19 meses, por ejemplo), son fondos que exigen un compromiso a varios años (2024, 2025, 2026 y 2027 son los plazos más habituales). Esto no quiere decir que el partícipe tenga retenido su dinero, pero deberá leer bien la letra pequeña del producto: la mayoría de los nuevos fondos aplican comisiones de penalización por reembolsar el dinero antes del vencimiento (suele haber ventanas de liquidez en fechas estrictas para evitarlas).
Otra de las implicaciones de los plazos largos es el coste de oportunidad que el inversor puede pagar por el camino. Aunque la gran banca española todavía recela de remunerar los depósitos, y aún no ha movido ficha, las entidades de menor tamaño ya pagan por algunos de ellos y lo previsible es que termine siendo un movimiento generalizado según vayan aumentado los tipos.
Entrar en un fondo a vencimiento con un plazo largo puede hacer al cliente perderse oportunidades de remuneración en depósitos a corto plazo, según vayan llegando al mercado.