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“La incertidumbre económica ha paralizado operaciones, pero ha reactivado otras”
La abogada de Uría Menéndez reivindica el trabajo de los fiscalistas en la realización y conclusión de los grandes negocios, a pesar de que su labor, en muchas ocasiones, pueda pasar desapercibida.
Apasionada, inquieta y dinámica. Así es Violeta Pina Montaner, counsel de Uría Menéndez en el departamento de fiscal y flamante ganadora del premio a Mejor Abogado Joven en la séptima edición de los Premios Expansión Jurídico a la Excelencia en la Práctica del Derecho de los Negocios.
La letrada reconoce que su área de trabajo es una práctica que en muchas ocasiones pasa algo desapercibida. Sin embargo, destaca que es esencial contar con ella para que los negocios se cierren correctamente y lleguen a buen puerto. “Habitualmente, el fiscalista no es el abogado más destacado en una operación, pero tiene un papel clave. Somos la línea menos visible, estamos en la retaguardia verificando que todo se desarrolle bien, lo que no significa que nuestro trabajo sea menos relevante ni menos complejo”, aclara.
Violeta Pina, que durante la entrega de premios destacó desde la tribuna este último aspecto y se mostró agradecida por la visibilidad que este galardón otorga a todos sus compañeros fiscalistas, está totalmente fascinada por su área de especialización y asegura que esta es una rama del Derecho muy dinámica, compleja y que vive constantes modificaciones, por lo que siempre hay que estar evolucionando y mejorando como profesional.
Derivadas y aristas
“Esta práctica tiene muchas derivadas y aristas y requiere entender muy bien cómo funciona el negocio de la compañía asesorada para saber cómo le afectará, desde la perspectiva fiscal, el análisis y las decisiones que se van a tomar. Además, al estar en un mundo tan globalizado, cada vez aparecen más modificaciones normativas que provienen de la Unión Europea o de organismos internacionales como la OCDE, lo que implica que se introduzca una mayor complejidad y que el abogado tenga que contar con suficiente cintura para poder adaptarse a estos cambios”, subraya.
La counsel asegura que entre los mayores esfuerzos que tendrán que hacer los fiscalistas en un futuro muy cercano está el análisis pormenorizado de las nuevas normativas, sobre todo las que provienen del derecho comunitario, y
“VIS IBILIDAD Los fiscalistas somos la línea menos visible, estamos en la
retaguardia verificando que todo se desarrolle bien”
“ADA PTACIÓN
Las empresas buscan tener una mayor certeza sobre cuáles van a ser las
implicaciones fiscales para adaptar
su negocio”
saber cómo van a afectar a los negocios de sus clientes.
En cuanto a tendencias legales, Pina afirma que lo que se está empezando a mirar con interés son las fórmulas colaborativas entre la Administración Tributaria y los contribuyentes. “Ahora, en materia de precios de transferencia, se están realizando muchos procedimientos amistosos y generado APA (advance pricing agreement). Este tipo de acuerdos y herramientas logran darle una mayor seguridad jurídica a los contribuyentes y sería muy positivo si esta tendencia se extendiera igualmente al ámbito de la fiscalidad. Ahora mismo las empresas buscan tener una mayor certeza sobre cuáles van a ser las implicaciones fiscales para adaptar su negocio a los costes impositivos y en negocios internacionales para evitar la doble imposición”.
Otro asunto que destaca la fiscalista tiene que ver con el momento económico que atravesamos y que “ha generado una cierta inseguridad e importantes subidas de precios”. Pina afirma en este sentido que “la incertidumbre económica ha paralizado operaciones, pero ha reactivado otras. Las salidas a Bolsa o las emisiones de deuda no se están realizando al no saber cómo reaccionará el mercado, pero se está viendo mucho movimiento en el sector de las renovables, por ejemplo”, concluye.