Nuevos roles laborales
Autonomía, objetividad y proactividad son algunas de las habilidades que debe tener un agente de igualdad que vele por los planes en estas materias que implementen las empresas, obligatorios en aquellas con más de 50 trabajadores. A estas características se suma la de la capacidad para coordinar a los distintos departamentos involucrados en la ejecución del programa. “El agente de igualdad debe ser una persona con altas dotes de comunicación, capacidad de influencia y poder de negociación para superar cualquier dificultad que pueda producirse en el proceso de implementación del plan de igualdad”, apunta Silvia Palacios, socia directora del área laboral de Selier Abogados, que señala que este profesional, que suele estar adscrito a los departamentos de recursos humanos de las empresas, debe tener formación en igualdad y, concretamente, en políticas de igualdad, gestión de las relaciones laborales desde la perspectiva de género, identificación de sesgos de género, comunicación con perspectiva de género y evaluación del impacto de las medidas de igualdad. No contar con un agente de igualdad puede acabar en una sanción de hasta 225.000 euros si se considera una falta muy grave.