Principales peligros
Internet abre las puertas a las compañías y sus marcas para alcanzar a millones de personas, pero también puede convertirse en un peligro. La Red puede complicar el descubrimiento del origen del problema y dificultar la identificación del infractor y pueden darse riesgos como los que aparecen a continuación:
Suplantaciones online vía dominios. Terceros que registran nuestras marcas como dominios usando distintas extensiones o combinaciones de palabras. Una empresa del sector de la moda, por ejemplo, que acceda al mercado chileno y un tercero registrara la marca con un dominio terminado en ‘.cl’ y lo asimilara a términos como ‘barato’ o ‘outlet’.
Usos infractores dentro de la web. En muchas ocasiones se dan casos en los que el dominio en sí no es infractor –no incluye una marca–, pero, sin embargo, dentro de esa web sí se hace un uso ilícito de la misma.
‘Adwords’ de Google. Suponen una herramienta comercial que permiten a las empresas mostrar sus anuncios a los clientes cuando busquen determinadas palabras en Google y en Maps. Esto que podría suponer una gran ventaja, también podría ser un arma de doble filo, puesto que permite a los competidores usar marcas ajenas como palabra clave de búsqueda, si bien sólo puede hacerse de una manera específica y bajo unos parámetros muy precisos.
Falsificaciones en ‘marketplaces’. Igual que los productos pueden llegar a ser accesibles a una cantidad ingente de clientes en estos lugares, los falsificadores también pueden alcanzar un mercado global. Luchar contra los delitos en los ‘marketplaces’ más populares exige un gran esfuerzo, conocimientos, herramientas legales y técnicas, además de mucha perseverancia.
Cuentas falsas en redes sociales. Muchos delincuentes procuran aprovecharse de la reputación de las marcas o compañías para captar la atención de consumidores, lo que puede tener nefastas consecuencias a nivel reputacional y desviar usuarios de los perfiles oficiales de la empresa.