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“Los abogados nos debemos a nuestros clientes, no somos funcionarios de Justicia”
El letrado señala que “la exacerbación del individualismo” está minando la confianza de los ciudadanos en la justicia en nuestro país, al que califica como muy punitivo. “Todo el mundo tiene alma de justiciero”, afirma.
Caso Bankia, Villarejo, Nóos o Máster. Estos cuatro, son algunos de los nombres de los procesos judiciales que más titulares han acaparado en los últimos años. Casi todos empezaron a urdirse a finales de la crisis financiera. Y en todos ellos, Ignacio Ayala representó a sus protagonistas. “Cuando hay dinero hay menos conflictividad penal. Cuando no lo hay, no hay solución. Hay juez y hay justicia”. Con estas palabras, el socio fundador de Oliva-Ayala Abogados advierte que el contexto actual, “pospandemia, con la guerra en Ucrania”, anticipa que, en el nuevo curso judicial, entren en agenda nuevos casos que, a día de hoy, no han saltado a la luz. “La eclosión del derecho penal tras las crisis siempre se ha visto”, afirma.
Pero, mucho antes de sentarse frente a un juez, los implicados en cualquier causa afrontan la tormenta mediática. “El tratamiento de la pena del telediario es el que se da en la fase de investigación, que normalmente es culpabilístico”, apunta Ayala sobre la contraposición entre el deber de informar del periodista y el tratamiento del caso que se genera. “Sabemos que la noticia no es que te han absuelto, es que te han condenado. Y también sabemos que la prensa no tiene que ser la abanderada de la presunción de inocencia”.
Confianza
El socio fundador de la boutique penalista sí exige una condición: “rigor”. Tanto para el periodista, como para el abogado. “El derecho penal es la cosa que más se presta a la tertulia en España”, explica Ayala para el que, en nuestro país hay un problema de percepción de la justicia que está, entre otras muchas razones, minando la confianza que los ciudadanos tienen en ella.
“Hay una exacerbación del individualismo. Lo que se quiere es ganar. Todo el mundo tiene alma de justiciero. Esto hace que las personas no encuentren seguridad en las instituciones”, asegura el penalista sobre un fenómeno que ha generado que la sociedad perciba sobre la justicia una cierta dosis de impunidad.
La realidad, atendiendo a la estadística, es otra. “España es un país muy punitivo”, afirma Ayala, refiriéndose al informe
El tratamiento de la pena del telediario es el que se da en la fase de instrucción, que normalmente es culpabilístico”