Casi todo esto ocurrió

Monumental y espeluznante, este fresco familiar de Chris Kraus narra con maestría los años más oscuros del s. XX

Avisa Chris Kraus (Nueva York, 1955) en nota previa a esta espeluznante historia que apenas una breve parte de los acontecimientos reflejados son imaginarios. O sea, que los hechos históricos y sus principales personajes existieron, pero no todo transcurrió exactamente así. Y es que nos enfrentamos a un drama repleto de traiciones, secretos, ejecuciones colectivas o individuales, con el epícentro en un larvado conflicto familiar de alto voltaje.

La novela trasciende géneros que irían desde la intriga narrativa a la histórica, pasando por las novelas de espionaje, mientras que la voluminosa y enrevesada trama se adereza con un tinte culturalista muy sugerente. El narrador trabaja como informante secreto en plena Segunda Guerra Mundial, algo que le es dado por ser uno de los 80.000 alemanes afincados en Letonia y por pertenecer a una familia de gran abolengo, emparentados con los Románov a través de la madre.

Con la Revolución bolchevique llega el declive familiar, hay que buscarse la vida y todo empieza a enredarse porque el abuelo es ahogado en el lago cercano a Riga. A Koha, el narrador, le aparece una insólita compañera de cama adoptada por la familia, Ev, que sabe hablar yiddish y juntos irán descubriendo los primeros reclamos del cuerpo hasta que ella se enamora de Hub, el hermano mayor: tan apuesto como virtuoso. El conflicto estallará cuando ambos conocen a un ambiguo nazi encargado de trabajar en el asentamiento hitleriano en el país.

Pero lo cierto es que Koha, según irá contando en el interminable relato a un místico hippie con el que coincide en 1974, en la habitación del hospital, nunca actuó por convencimiento, dice. El verdaderamente apestoso en las planificaciones o matanzas a pecho descubierto de judíos, y otra serie de lindezas que erizan la piel, era Hub, quien, además, nunca perdía la noble convicción de estar actuando con justicia. Kraus muestra la degradación moral de quienes pretendían liderar el mundo, a través de una obra puntillosa, certera en el detalle, y plagada de ironía y sarcasmo.