Crecer y amar en Cerdeña

Esta novela de juventud de ya apuntaba maneras de la calidad literaria de la Nobel sarda

Grazia Deledda

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Grazia Deledda fue una escritora italiana de principios de siglo que recibió el Premio Nobel en 1926. Me disculparán la redacción un tanto escolar de esta frase pero conviene dejar claro con quién nos las vemos. La frase, además, necesita dos aclaraciones. Primera: si los ganadores del Nobel se dividen en autores que recordamos y que no, me temo que Deledda pertenece al segundo grupo. Segunda: pese a que la novela está traducida del italiano, transcurre en un espacio muy particular: la isla de Cerdeña.

Almas honestas es una de las primeras obras de Deledda, una novela de 1895 donde explora la isla: un tanto polvorienta, olvidada por el desarrollo técnico y anclada en unas costumbres menos prestigiosas que las que durante siglos paralizaron a Japón o a Inglaterra. Pero que nadie piense que la novela se detiene en la epopeya (o por lo menos en el día a día) de campesinos o artesanos. Nada de eso, Deledda explora los círculos de una clase alta, austera y sin glamour, en el trance de convertirse en burguesía productiva desde una situación de ventaja dentro de la isla y de desventaja hacia el exterior. Estamos más cerca del príncipe Salina que de La terra trema.

La tracción argumental arranca cuando tras la muerte de su abuela, nuestra protagonista, Annicca, se ve obligada a irse a vivir a casa de sus tíos, los Velèna, últimos coletazos de la aristocracia sarda. La primera parte de la novela narra la integración de la niña a la amplia familia de sus tíos y sus costumbres. Un continuo juego de atracción y rechazo con sus primas, sus criados y el nuevo ambiente. Vemos progresar a Annicca en el afecto de su tío, Paolo, que no sólo gestiona las propiedades de su sobrina sino que decide casarla con uno de sus dos hijos mayores, a cuyas divergentes personalidades Deledda dedica varias páginas inspiradas.

La novela altera su aspecto cuando las protagonistas femeninas alcanzan la edad de amar, e ingresan en un círculo de encuentros y desencuentros donde todos se enamoran y nadie es correspondido. La masa crítica de la pasión va aumentando hasta que se resuelve… pero mejor será que el lector se entere por sus propios medios. Por mi parte concluyo diciendo que la novela está escrita en un estilo claro, atento al detalle psicológico y a la pincelada descriptiva. Almas honestas me lleva a interesarme por otros libros de Grazia Deledda, a quien desde hoy ya no cuento entre las autoras olvidadas.