UN AMARGO REGRESO AL ETERNO HOGAR

La historia de Otra vez en casa, el debut novelístico de Michael Magee, se despliega en las sombras de Belfast y nos muestra que hay conflictos que nunca se superan. Sean Maguire es un niño bueno de clase trabajadora que abandonó la capital de Irlanda del Norte para estudiar. Tras cuatro años en Liverpool, y con un título inservible bajo el brazo, regresa a su ciudad natal donde se reencuentra con las sombras, el trauma y el silencio.

Las ciudades como Belfast, con una gran densidad histórica y literaria, son problemáticas como espacios de novela, pues el peso de la ciudad puede imponer un tono. La particularidad y la riqueza de Otra vez en casa es que, pese a la presencia espectral del conflicto armado, sitúa el foco en los conflictos internos de su protagonista. La novela arranca con un puñetazo y se despliega a partir de las secuelas de este repentino acto de violencia. ¿De dónde emana? ¿Qué traumas recónditos regurgitan en el subconsciente de esta generación de hombres jóvenes y perdidos?

Sean, un claro trasunto del propio

Magee, no encaja: sus orígenes le distancian de sus nuevos amigos y su vocación le aleja de quienes fueron los suyos. Belfast sigue siendo Belfast: un puñado de vidas marcadas por la precariedad, la pobreza y la adicción. Otra vez en casa no es una novela de trama enredada, sino de silencios. De la búsqueda de una identidad esquiva y personajes perdidos entre alcohol, drogas, vómitos y sudores fríos. Una novela compleja y fascinante sobre la precariedad, la desesperanza y los ecos de la violencia. N