El Mundo Primera Edición - La Lectura
‘RHAPSODY IN BLUE’, UN SIGLO DE FANTASÍA
El organista Wayne Marshall regresa al ciclo ‘Bach Vermut’ del Auditorio Nacional para rendir homenaje a Gershwin en el centenario de la partitura que cambió la historia
El estreno, hace
100 años, de Rhapsody in blue de Gershwin
introdujo un nuevo color en las orquestas sinfónicas de Estados
Unidos. No era el azul (en referencia a la atmósfera entre enérgica y melancólica de la partitura) sino el jazz como elemento autóctono de la comunidad negra, que hasta entonces tenía vetada la entrada a las grandes salas de concierto. Gershwin (compositor blanco de origen judío) recibió encendidas críticas por ambos bandos que no hicieron sino constatar el carácter transgresor de esta pieza única.
Para celebrar la efeméride, el organista Wayne
Marshall (Oldham, 1961) ha preparado una Fantasía improvisada sobre Rhapsody in blue que interpretará en el Auditorio Nacional
de Madrid el 18 de mayo dentro del ciclo Bach Vermut del Centro Nacional de Difusión Musical. «Se
han hecho multitud de versiones de esta obra emblemática, pero ninguna para órgano», confirma el músico británico.
El concierto, en la Sala
Sinfónica, contará, como es tradición en este ciclo, con un aperitivo-degustación en el Salón de Tapices
al ritmo del grupo Bach Jazz! Antes de Rhapsody in blue, sonarán varias obras de Bach (Tocata y fuga en re menor y Preludio y fuga en la menor), César Franck (Coral nº 1 en mi mayor)y Liszt (Preludio y fuga sobre B-A-C-H), además de otras obras compuestas por el
propio Marshall, como Berceuse. «El hilo conductor de este programa se
basa en la profunda admiración que Liszt y Franck, y por supuesto yo mismo,
profesaron por el gran Kapellmeister». A partir de ahí, y echando mano de diferentes técnicas de improvisación, Marshall invocará las «esencias del barroco» para generar un diálogo con las estéticas musicales del siglo XIX y
XX, pero también con nuestro tiempo. «Para que algo suene actual basta con crear una determinada atmósfera y tocar la tecla correcta… del público», concede entre risas. «La música es siempre un punto de encuentro entre personas, culturas e intereses de muy diversa procedencia. El propio órgano es un instrumento plural que funciona como una orquesta. Y es a través de esa suma de voluntades que la música derriba cualquier frontera». N