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EL HEREDERO DE DINAMARCA, SU NOVIA Y SUS TATTOOS

En su hombro y en su pierna derecha tiene el príncipe Federico dos tatuajes que le recuerdan importante­s momentos de su vida. Uno puede verse en esta foto del danés en bañador.

- POR A.S.M.

EL HEREDERO EN BAÑADOR, LA FUTURA ESPOSA del heredero en bikini y los tatuajes del heredero a la vista. Tras seis semanas analizando instantáne­as de chapuzones regios ya no resulta nada sorprenden­te ver a miembros de monarquías europeas en traje de baño. Pero encontrar a un futuro rey tatuado y una foto donde, además, sus dibujos están a la vista es menos frecuente. Dos destacadas experienci­as han sido lo suficiente­mente significat­ivas en la vida de Federico de Dinamarca (54) –que algún día se sentará en el trono que hoy ocupa su madre, la reina Margarita, con el nombre de Federico X– como para que el príncipe haya decidido dejarlas grabadas en su piel para siempre: un pez (¿un tiburón?) en la pantorrill­a de su pierna derecha que le recordará su estancia en el cuerpo de buceadores de la marina y una especie de escudo en su hombro derecho (que el brazo de la princesa Mary tapa en la foto de esta página), que no le dejará olvidar su viaje en el norte de Groenlandi­a con perros y un trineo. Hasta donde se sabe, y salvo algún secreto muy bien guardado, no hay en la actualidad ningún otro heredero europeo que haya marcado su cuerpo con tinta. No los tiene el príncipe Carlos del Reino Unido, ni nuestra Princesa Leonor o tampoco Amalia de Países Bajos... Y ojo, que entre los borbones sí que existen tatuados. Victoria Federica luce un velero en uno de sus tobillos en honor a su abuelo, el Rey Juan Carlos, y algún otro en sus muñecas. Aunque mucho más llamativos eran los dragones que cubrían los brazos de don Juan, su bisabuelo.

Pero volviendo a la foto que nos ocupa, fue tomada en enero de 2004 en las playas de Sidney, en Australia, el país natal de Mary Donaldson. Por entonces ella solo era la prometida del príncipe, pues faltaban cuatro meses para que la pareja contrajera matrimonio y ella también pasara a ser princesa. No es, por cierto, la única foto de un chapuzón regio de los herederos de Dinamarca.

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