EL JUEZ NI PARTICIPÓ NI COBRÓ

Por todo lo que ha sucedido, más bien va a ser que no. Que ni son buenas noticias ni tienen nada que compartir. Al parecer y por lo que Roseta explica en el número de esta semana sobre el “espinoso” asunto, “Santiago Pedraz nunca participó en ninguna negociación. No cobró ni ahora ni nunca por ningún reportaje”. Me cuesta creer que “Esther tampoco había cobrado ningún dinero por la entrevista”, según ¡Hola!. La pregunta es obligada: si no se habló de por cuánto se ofrecía la exclusiva del anuncio de la boda, ¿qué había que negociar?, ¿el número de páginas?, ¿el número de fotos?, ¿la portada? Lo que tampoco está nada claro es qué pretendía la viuda del marqués negándose a atender la petición del juez con el fin de que “mantuviera una conversación con ¡Hola! para que no salieran esas fotos ni esa entrevista ya que no había lugar”. Ante la negativa de Esther de hacerlo, es la propia revista quien se pone en

contacto con ella para informarle de la conversación con Santiago Pedraz. Pero ella, cínicamente, niega tal ruptura. Y lo que es más grave, niega que el juez le hubiera pedido frenar la publicación. “Lo podría haber frenado él”. “¿Quería forzar a una reconciliación con la presión de la publicación del reportaje?”, se pregunta la subdirectora de ¡Hola!, para quien Esther “vive en un mundo en el que todo sigue siendo de color de rosa a años luz de la realidad de Santiago”. Hasta el extremo, la muy irresponsable, de “no admitir que haya cometido error alguno al seguir adelante con la publicación del anuncio de boda a pesar de que Santiago había roto con ella”. Esta muchacha lo que no tiene es dignidad.

“¿Qué habrá descubierto Su Señoría de ella que no le gusta hasta el extremo de romper tras el anuncio de la boda con honores de portada en el ¡Hola!?”, se preguntaba Beatriz. ¡¡¡Ay Señoría de qué “señora” se ha librado usted!!! Por último, una pregunta: ¿procederá ¡Hola! judicialmente contra ella, exigiéndole daños y perjuicios? Motivos, pienso, hay.