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PELEA ENTRE UNA MISS VENEZOLANA Y SU CUÑADA ESPAÑOLA POR LOS TÍTULOS DEL CONDE DE ELDA
Enrique Falcó y Méndez Núñez, heredero de la fortuna y los títulos del conde de Elda, tuvo un hijo con una miss venezolana poco antes de morir de cáncer. Ahora madre e hijo se enfrentan a la hermana del aristócrata, que quiere los títulos para ella y sus
LORENA SANTOS ACOSTA
es una guapísima mujer de 34 años que pasó de reina de la belleza en Venezuela a convertirse en marquesa viuda de Villa Solana, título que ostentaba su marido, Enrique Falcó y Méndez Núñez, heredero además del importante condado de Elda y otros títulos. Pero lo que comenzó como un amor de novela se convirtió en un terrible drama, pues el marqués falleció en 2021 con solo 51 años de un tumor cerebral, cuando el único hijo de la pareja, también llamado Enrique, tenía solo tres meses.
Al cumplir un año, la madre del crío solicitó la sucesión en el marquesado paterno de Villa Solana, lo que le convirtió en el aspirante a marqués más joven de España. Sin embargo, todo se torció cuando su única tía paterna, Carmen Falcó y Méndez Núñez, declaró la guerra a su sobrino, reclamando también el título, y pese a que no tiene muchas posibilidades, pues su padre era el primogénito, ha complicado considerablemente el proceso.
Esta reñida sucesión pone broche a una de las historias más apasionantes que han sucedido en la alta nobleza española. No en vano, el fallecido padre del bebé, además del marquesado de Villa Solana que heredó tras la muerte en 2001 de su madre, Fernanda Méndez Núñez y Gómez Acebo, era el primogénito y heredero de un título tan importante como el condado de Elda con grandeza de España. Concedido en 1577 por Felipe II a Juan Pérez-Coloma, virrey de Cerdeña, le hubieran correspondido además los títulos de marqués de Melín y barón de Benifayó, que hoy ostenta su padre y abuelo del niño, el nonagenario Enrique Falcó Carrión.
Un destacado aristócrata, ya que fue decano de la Diputación de la Grandeza, el órgano rector de los nobles, que mantenía una estrecha relación con el Rey Juan Carlos. Él fue uno de los nobles que le acompañaban cuando se descubrió en Sevilla la estatua ecuestre de su madre, la condesa de Barcelona, en 2008.
Ingeniero agrónomo y dueño de fincas en la región murciana, ha sido también un próspero hombre de negocios, con empresas como la inmobiliaria Secadero de la Condesa, Muvay Iberia, o Sapa Placencia, industria de armamento de la que fue vicepresidente. Dueño también del edificio de Gran Vía donde se ubicaba el mítico cine Capitol, su nombre figuraba en la lista de los 2.400 españoles más acaudalados de la década de los 70, con una fortuna de 200 millones de pesetas, notable para la época.
Además, sus antepasados, tuvieron gran protagonismo social en el Madrid de la postguerra. Eran famosas las fiestas de los condes de Elda en su palacio de la calle Alfonso XII, donde corrían el caviar iraní y el champán francés y se daba cita lo más destacado de la política, la aristocracia y los negocios.
En la serie televisiva Lo que escondían sus ojos, basada en la novela de Nieves Herrero, se recrea uno de sus carnavales, pues allí iniciaron su romance clandestino la marquesa de Llanzol, Sonsoles de Icaza, musa de Balenciaga y Ramón Serrano Suñer, ministro de Exteriores y hombre fuerte del franquismo, casado con Zita, la hermana de Carmen Polo.
El primogénito del actual conde de Elda era Enrique Falcó y Méndez Núñez, nacido en 1972 de su primer matrimonio con Fernanda Méndez Núñez, que era primo de Tamara Falcó y estaba emparentado también con el duque de Badajoz y Margarita Gómez Acebo, reina de Bulgaria.
Considerado uno de los solteros de oro de la aristocracia, había cumpli
“En el entorno de Enrique, la despreciaban por su pasado de miss”
do los 40 sin compromiso y las mujeres guapas eran su debilidad. Licenciado en administración de empresas, era la mano derecha de su padre en las empresas familiares y en 2014 viajaba frecuentemente a Venezuela por negocios. Allí conoció a un bellezón de 24 años, Lorena Santos Acosta, que había sido elegida Miss Caracas, quedando primera finalista en el concurso de Miss Venezuela. De madre italiana y nacida en el estado de Vargas, tras la llegada del chavismo regresó con su madre a Italia, donde se licenció en estética integral y abrió su propia clínica de belleza.
Allí la localizó Osmel Souza, mano derecha del multimillonario empresario venezolano Gustavo Cisneros, comprador de Galerías Preciados y propietario del concurso de Miss Venezuela, que exportó al mundo la belleza de las venezolanas. El certamen era un acontecimiento y a diferencia por ejemplo de España, se valoraba mucho la formación, la cultura y los modales de las candidatas, pues se erigían en embajadoras de su país. La misión de Souza era localizar por todo el planeta a sus compatriotas más bellas y así detectó en Italia a Lorena, que al principio no estaba convencida, pero acabó aceptando.
Su belleza arrasó en los concursos, pero su carrera como miss se truncó al conocer al aristócrata Enrique Falcó, que se enamoró de ella y le pidió que se marchara con él a España. Contra viento y marea, ya que la familia del noble no aceptaba a la reina de la belleza, regresaron a Madrid, donde Lorena abrió un gabinete de estética, pero la felicidad les duró poco, ya que diagnosticaron a Enrique un tumor cerebral maligno muy agresivo. Lorena lo dejó todo para cuidarle, incluso viajaron juntos a la clínica Mayo en Houston intentando carísimos tratamientos que resultaron inútiles, porque no había cura.
La tragedia no mejoró mucho la situación de Lorena en la familia Elda ni tampoco en sus círculos de allegados, como revela a LOC su amigo José Luis Méndez de San Julián, nieto de los condes del Águila, uno de los pocos aristócratas que no dieron la espalda a la venezolana.
“Carmen, la hermana de Enrique, fue muy dura con ella. También en su entorno la despreciaban por su pasado de miss y la consideraban una cazafortunas, cuando ella, por su belleza, hubiera podido tener pretendientes más ricos y poderosos que Enrique”. A consecuencia de esta situación el aristócrata decidió casarse con Lorena para protegerla y proporcionarle un estatus cuando él faltara, cosa que hicieron en secreto en septiembre de 2019 en un juzgado.
Lo que nadie esperaba era que Lorena se quedara embarazada, cumpliendo así el sueño de su marido de tener un hijo antes de morir. El niño, que nació en mayo de 2021, tres meses antes de que falleciera el marqués, se convirtió así en primogénito y por tanto heredero de todos los títulos de la familia. Su llegada al mundo tensionó la relación de Lorena con su cuñada, Carmen, casada con Federico García Espinar y madre de dos varones, Federico y Gabriel. “Seguramente esperaba que sus hijos heredasen los títulos, incluso alteró el orden de sus apellidos anteponiendo el Falcó al García de su padre”, asegura Méndez de San Julián, quien subraya el cambio de
Se casó con ella para protegerla y darle un estatus cuando él faltara
actitud del actual conde de Elda hacia su nuera y su nieto.
Lorena reside actualmente en Madrid, en un piso que compró su marido en la calle Juan Bravo y está volcada en su hijo que en mayo cumple 3 años. No quiere que pierda el contacto con su familia paterna, por eso todas las semanas le lleva a comer con su abuelo, el conde de Elda, que está casado en segundas nupcias con Isabel de Luis Ponce.
“La muerte de su primogénito le destrozó, el niño es el vivo retrato de su padre y el conde le adora, aunque lógicamente se siente entre la espada y la pared por la actitud de su hija Carmen. Aun así, fue él mismo quien cogió del brazo a Lorena y le dijo: vamos a la Diputación de la Grandeza a sacar el marquesado de Villa Solana para el niño”.