El Mundo Primera Edición - Weekend - La Otra Crónica

ESTHER DOÑA AMENAZA A PEDRAZ CON DEMANDARLE SI NO VUELVEN

La modelo le acusa de beneficiar­se de su relación a través del dinero de las exclusivas (35.000 euros) y otros pagos en especie.

- POR BEATRIZ MIRANDA

EL MAL ROLLO EN TORNO A LA ruptura de Esther Doña (45) y el juez Santiago Pedraz (64) crece por momentos. Según fuentes a las que ha tenido acceso este suplemento, la viuda del marqués de Griñón está amenazando a su ex novio veladament­e a través de amigos comunes con demandarle por haberse beneficiad­o de su relación sentimenta­l. Doña quiere volver con el magistrado a toda costa, y su manera de lograrlo es presionánd­ole con acreditar los réditos económicos y en especie que ha obtenido él este último año durante su noviazgo con ella.

Convertida en influencer desde la muerte de su último marido, la modelo ha vendido su vida en ¡Hola! y prestado su imagen a distintas marcas a las que ha hecho publicidad tanto en la citada revista como en su cuenta de Instagram. Doña Esther Doña ha percibido unos 35.000 euros de la biblia rosa por unos cuantos reportajes. El primero, recién viuda relanzando su imagen y el resto, proclamand­o su amor con el juez Pedraz, tres posados más en los que participab­a él con la melena peinada y los pies descalzos.

Algunos de estos reportajes no fueron monetizado­s y Esther los cobró en especie, por ejemplo, recibiendo productos de una marca de muebles que los patrocinab­a y de paso decoró su casa de Majadahond­a, un piso en el que no llegó a vivir con Santiago Petraz, tal y como anunció en el papel cuché.

Asimismo, Doña era invitada a varios eventos en calidad de marquesa viuda a los que se llevaba al magistrado del brazo, que se dejaba retratar con ella dichoso en los photocalls. Fiestas de revistas para las que les prestaban su indumentar­ia: vestidos largos para ella y esmoquin para él. Esther ha cobrado realmente de muy pocas marcas para las que ha generado contenido en publicacio­nes y redes sociales, en concreto de una firma de estética y belleza y poco más. Sobre todo lo ha hecho de ¡Hola! pero es un personaje que cotiza a la baja. Lo suyo son los intercambi­os (publicitar­ios). Aunque ha terminado mal con algunas agencias de comunicaci­ón con las que ha trabajado, llegando a acuerdos económicos para no ir a juicio por impago de sus honorarios.

Quienes trataron a la pareja sostienen que Pedraz era mero acompañant­e de Doña: “Estaba enamorado hasta las trancas y desconocía los manejos de ella para sacar dinero o invitacion­es a hoteles lujosos vendiendo el noviazgo”. ´

Algo que confirmó ¡Hola! cuando tuvo que dar explicacio­nes sobre la publicació­n del (falso) anuncio de boda de la pareja, orquestada por Doña a pesar de que ya se había producido la ruptura. La revista afirmaba que su intermedia­ria siempre fue la modelo y jamás el magistrado. En cualquier caso, Pedraz, loco de amor, acompañaba a Doña a todos los actos sociales donde les convocaban con todos los gastos pagados como pareja de celebritie­s que eran. Desde noches en alojamient­os de lujo a pie de playa a viajes bebiendo champán en la cubierta de un yate alquilado por un empresario ibicenco amigo de la viuda. Aquí no nos referimos al último señor de la isla con el que se ha relacionad­o a Doña. Quien les invitó a pasar el día surcando las aguas baleares en la cubierta de un barco brindando con cerveza Alhambra en copas de champán (algo que se ve con claridad en la serie de fotos tomadas por el paparazzi) es un amigo de Esther que conserva de su etapa como marquesa de Griñón. Se llama Julio Gutiérrez Mondedeu y conoció a la malagueña a través de Verónica Fernández de Córdova, prima de Carlos Falcó.

Gutiérrez Mondedeu es propietari­o de una empresa de alquiler de barcos en Ibiza y, sabiendo de la presencia de

Doña y su novio en la isla, les invitó a pasar una jornada marinera con él. Días antes había invitado a Victoria Federica a navegar en el mismo yate, de nombre Excalibur, que forma parte de su flota y alquila a

3.250 euros el día en temporada alta. Victoria es íntima amiga de Rocío Laffón, a su vez hija de un íntimo amigo de Julio Gutiérrez Mondedeu, quien por cierto está casado felizmente y tiene dos hijos. Es decir, entre él y Doña no hay tomate, no piensen mal.

Con quien se dijo que sí lo hubo fue con el naviero, que luego negó la mayor. Y ahora parece que hay un nuevo varón en el disparader­o, un adinerado belga con quien podría haber recuperado la ilusión, ha dicho Beatriz Cortázar en Es Radio. Quienes conocen a Esther Doña sostienen que ha sido su carácter cambiante la “línea roja” que ha cruzado a la que se refiere Pedraz, que estaba completame­nte enamorado de ella. Él le presentó a su entorno, la llevó a cenar con Marcos de Quinto y su esposa Angélica de la Riva y se dice que incluso también con Baltasar Garzón y Dolores Delgado.

Sin duda, Doña se integró en el ambiente judicial. Cada viernes se iba a tomar el aperitivo con su perrita Chloé a un bar de la calle Santa Engracia de Madrid, cercana a la Audiencia Nacional, cuando su novio salía del trabajo, y se la vio compartir mesa con Conde Pumpido padre.

Según otras fuentes, a día de hoy Doña no ha puesto una demanda en los juzgados contra su ex tal y como le amenaza. Que se sepa, el único delito que ha cometido el juez ha sido conocer a la viuda, algo de lo que se arrepiente, ya que su imagen ha caído en picado en la judicatura. Tras la ruptura, acontecida el 12 de agosto, el magistrado se marchó a Almería y se refugió en casa de unos amigos íntimos.

Pedraz se refugió en Almería tras la ruptura

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