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VEGA SICILIA LOS HIJOS DÍSCOLOS FALTARON AL “DEBER DE LEALTAD” A SU PADRE
Así lo afirma una sentencia, que condena la compra-venta de acciones que hicieron para aglutinar el poder. Sin embargo, han repetido operación en otra sociedad. POR MARINA PINA
LA PAZ ESTÁ LEJOS DE INSTALARSE EN el clan de los hermanos Álvarez. Los siete hijos que David Álvarez tuvo con su primera esposa, Vicenta Mezquiriz, rompieron relaciones tras una guerra de poder al querer apartar a su padre de la presidencia de Eulen, la empresa que él mismo había fundado. Desde hace diez años se disputan en los tribunales las operaciones de compra-venta de acciones de sus sociedades a través de las que los cinco hijos ‘díscolos’ (Pablo, Juan Carlos, Emilio, Elvira y Marta) intentan vaciar el patrimonio familiar según consta en la sentencia. Su primera operación, hecha en vida del patriarca en el año 2013, ha sido declarada nula por la Audiencia Provincial de Madrid. Sin embargo, lejos de atender el dictamen, los cinco hijos han interpuesto un recurso ante el Supremo, que aún no ha sido admitido a trámite, a la vez que han llevado a cabo la misma operación con otra de las sociedades. Un resumen condensado de una historia de ruptura familiar sin visos de arreglarse.
Los herederos de David Álvarez acumulan su fortuna en dos sociedades, Eulen, empresa multinacional de servicios de la que María José Álvarez es presidenta y socia mayoritaria; y El Enebro, sociedad dueña de, entre otras, las afamadas bodegas Vega Sicilia que controlan los hermanos díscolos con una mayoría del 84% sumando todas sus participaciones. David Álvarez y su hija María José compraron a Jesús David (el hermano mayor) parte de sus acciones de Eulen, lo que les permitió agrupar una mayoría del 60,56% del capital. Ante esto, y dado el enfrentamiento familiar, Juan Carlos Álvarez, hermano erigido en portavoz del grupo de los cinco díscolos, acuerda con éstos que todos vendan las acciones que tienen en Eulen a El Enebro y que desde ese momento sea El Enebro como persona jurídica quien tenga el segundo paquete accionarial de Eulen. La estrategia era clara y se acordó en una junta en marzo de 2013. Sin embargo, el patriarca impugnó ante los tribunales esa acción, por la que los díscolos pagaron 100 millones de euros.
Nueve años después de aquella operación, y en vista de que el acercamiento familiar ya parece imposible, los hermanos que no guardaron lealtad al patriarca hicieron otra operación parecida en El Enebro el pasado 1 de diciembre 2021. Tal y como publicó el periódico Cinco Días tras consultar sus cuentas de 2021 presentadas en el Registro, los propietarios de Vega Sicilia –
Emilio, Juan Carlos, Elvira, Marta y Pablo Álvarez Mezquiriz– vendieron a El Enebro su participación personal en la sociedad, que suponía un 3,8% de las acciones. Algo muy parecido a lo que hicieron con anterioridad en Eulen. El problema es que esa primera reagrupación de participaciones ha sido condenada por
la justicia. Así, el pasado mes de abril, la sección 28 de la Audiencia Provincial de Madrid falló a favor de María José Álvarez y, en consecuencia, en contra de sus hermanos y El Enebro SA. Según la sentencia, los hermanos cayeron en una “infracción del deber de lealtad” cuando agruparon sus acciones de Eulen dentro de El Enebro. Así, el Tribunal condena a los hermanos a deshacer la operación y a que se reviertan los contratos por lo que El Enebro tiene que devolver a Eulen las acciones a sus antiguos poseedores y así mismo los dividendos cobrados en los años que tuvieron esas acciones. Es decir, que los hermanos vuelvan a la situación anterior.
A pesar del fallo judicial, todavía no se ha ejecutado el reparto de acciones como indicaba la sentencia, ya que los díscolos han recurrido la sentencia ante el Tribunal Supremo, que tendrá la última palabra. Mientras tanto, LOC ha podido confirmar que el gabinete jurídico de María José estudia la posibilidad de emprender acciones legales sobre la operación que a finales del año pasado hicieron los cinco para aglutinar sus participaciones de El Enebro. A la espera de que la justicia hable, y después de que la familia encontrara un espacio de paz cuando Emilio y Elvira asistieron a la inauguración de la exposición sobre Egipto Hijas del Nilo, que Eulen ha organizado con motivo de su 60 Aniversario, todos guardan silencio y olvidan la última voluntad de su padre.