El Mundo Primera Edición - Weekend - La Otra Crónica
EL DUEÑO DE BALEÀRIA Y NIETO DE REPRESALIADO QUE TIENE EL 5,4% DE PRISA
De origen humilde, hoy es una de las grandes fortunas de España gracias a su próspera naviera con 35 barcos y 1.850 empleados. Además, acaba de hacerse con el 5,4% de Prisa.
Su abuelo, un farmacéutico republicano, fue asesinado durante la Guerra Civil y esto marcó el destino de su familia
EN 1998, EL HUNDIMIENTO de Isnasa y Flebasa, las navieras que operaban el Estrecho de Gibraltar y Dénia con las Baleares, respectivamente, desembocó en un tsunami de emociones incontrolables. Victoriano Sayalero era el naviero. También destacó como ganadero taurino. Uno de sus toros, llamado Avispado, se mediatizó cuando corneó la vida de Paquirri en Pozoblanco en 1984.
Antes de tirarlo todo por la borda, casi una veintena de empleados decidió continuar con el negocio para salvaguardar los puestos de trabajo. Para ello apostaron todo lo que tenían. El 20 de junio de 1998 nacía Baleària. Los 16 socios fundadores liderados por Adolfo Utor (63), junto a los 125 trabajadores, establecieron una hoja de ruta que desembocó en un exitoso negocio.
Utor, presidente y dueño al 100% de la compañía, figura hoy entre las 100 personas más ricas de España. Ahora, además, acaba de hacerse con el 5,4 % de las acciones, por valor de 22 millones, del grupo Prisa, dueño de El País y la Cadena Ser. Utor mantiene lazos con el PSOE –fue concejal del PSPV en Denia y – desde hace años.
Como la historia es un cúmulo de circunstancias tejidas al azar, la suya arranca con el asesinato en 1936 a manos de los sublevados de
Juan Adolfo Utor Utor, su abuelo paterno, republicano, farmacéutico y concejal del Ayuntamiento de Algeciras, que marcó el rumbo familiar. Sobre todo, cuando su abuela falleció poco después.
Habían dejado huérfanos a tres niños de 5, 3 y un año. El primogénito era Juan Adolfo Utor Acevedo, padre de nuestro protagonista, a quien separaron de sus hermanos para educarse en Ceuta. Tras estudiar magisterio en Tetuán, su primer trabajo lo tuvo en Alhucemas, donde conoció a Juana Martínez, descendiente de comerciantes, con quien se casó en 1960. Tuvieron cuatro hijos. Adolfo es el primogénito.
El empresario tenía un año cuando la familia se mudó a Granada y, posteriormente, a Castalla (Alicante). No tardarían en asentarse en Dénia, donde forjó su fortuna. Allí permanece amarrado, además, un yate que llevaba ese mismo nombre, el Fortuna del Rey Juan Carlos, que Utor compró en 2014 por 2,2 millones sy rebautizó como Forens para ponerlo a la venta.
Haber heredado el espíritu emprendedor de su madre y la pasión por la cultura y las humanidades de su padre y su mujer le han transformado en el jefe que todo empleado desea tener. Sabe escuchar, su trato es gentil, no reniega de sus orígenes y en la empresa es, simplemente, Adolfo.
En él convergen todas las facetas del self-made man que ha cumplido el sueño ibérico. Sus atributos son los del héroe clásico. Durante sus años mozos en el instituto jugó como delantero centro en el Benimaclet, se ganaba un dinerillo como albañil, camarero o gasolinero y se matriculó en Derecho en la Universidad de Valencia.
La vida es caprichosa. Una enfermedad trascendental le mantuvo un año alejado de todo y en 1984, con 23 años, encontró trabajo como vendedor de billetes en Flebasa. Luego fue amarrador de barcos, comercial, responsable de taquilla y delegado administrativo en Ibiza. La perseverancia y el conocimiento de la empresa tras haber empezado desde abajo le llevaron a ser el director general en 1990.
Los retos son su motor y la familia, su ancla. En su mujer ha encontrado el faro a seguir y en sus dos hijos la energía para no rendirse nunca. Amante del senderismo, la lectura y el fútbol en su tiempo libre, Adolfo tiene cristalino cuál es la misión de la naviera. Desde la página web destaca que “Baleària es mucho más que su cuenta de resultados. Es un bien común, un agente social que tiende puentes entre territorios, facilita la circulación de personas y el intercambio de bienes, cultura y conocimiento”.
Desde siempre ha apostado por la igualdad de género y lo demuestra en el bautismo de parte de su flota con nombres de ilustres mujeres
protagonizó, como Hypatia de Alejandría Marie Curie o Hedy Lamarr, la diosa del cine que no solo el primer desnudo en la gran pantalla, sino que inventó las conexiones inalámbricas precursoras del wifi.
El salto cualitativos en los primeros 25 años de Baleària es abismal. Pasó de operar en un país con cuatro rutas, seis barcos y 125 personas de plantilla a hacerlo en seis países con 25 rutas, 35 naves y 1.850 empleados. Desde que en 2001 el fast ferry Federico García Lorca se convirtiera en su primera nave de nueva construcción se han ido batiendo récords como en 2011, al ser la única empresa española en conectar Fort Lauderdale (Florida) con las Bahamas y en 2021 al botar el primer fast ferry del mundo con motores duales.