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EL PRIMER ‘DAMO’ MEXICANO DE LA PRESIDENTA DE HIELO
Doctor en Física y especialista en riesgos financieros, el marido de Claudia Sheinbaum ejercerá como ‘primer caballero’ de México, un ‘cargo’ del que no hay precedentes. POR
¿PUEDESURGIRELFLECHAZOamoroso en una clase de óptica? Puede parecer imposible, pero en la historia de amor en dos capítulos de la primera mujer presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su segundo marido, Jesús María Tarriba, todo surgió cuando estudiaban Física en la Universidad Autónoma de México.
Un noviazgo en medio de las luchas estudiantiles de los 80, cuyo fuego se sofocó año y medio después. Ambos siguieron sus carreras por separado, incluso con maestrías en Estados Unidos.“Un día de fiesta nos hicimos novios, como año y medio”, recordó Sheinbaum en el clip que grabó la pareja en el Día de los Enamorados, a la que no se le ha olvidado que ya en su segunda etapa, su marido
le regaló una guitarra.“Ya no nos da tanto tiempo para tocar, de hecho, ya no tiene una cuerda la guitarra”, bromeó la mujer que ya ha cambiado la historia de México.
La vida distanció a los dos protagonistas de esta historia, pero para esto está Facebook. Sheinbaum, convertida ya en una dirigente política a la sombra del líder populista Andrés Manuel López Obrador, tras separarse de su primer marido y padre de su hija Mariana (también tiene un hijastro de su primer matrimonio), buscó en la popular red social a su exnovio.
La dama de hielo encontró su perfil, envió una solicitud de amistad y ahora, ocho años después, Tarriba todavía no sabe cuál será el título que México le dedique como marido de la presidenta. Todo apunta a que será considerado como primercaballero,versión masculina de la primera dama. Así son los nuevos tiempos en México,elpaísdelosmachos, donde la simbología de lo sucedido tras el triunfo electoral de la coalición izquierdista es enorme.
En el momento en que Facebook trajo de vuelta al amor, Tarriba vivía y trabajaba en Madrid con el Banco Santander. Casi dos décadas en España para quien protagonizó una carrera en ascenso que le llevó de ser analista cuantitativo senior a director responsable de modelos de riesgo para finalmente convertirse en director de gestión de riesgos.
En México había ganado el premio Weizmann de ciencias exactas por la mejor tesis doctoral, otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias. Y fue gracias a esta formación en física, apoyado en matemáticas y estadística, como se convirtió en un importante asesor financiero.
Es evidente que no vio ninguno de esos riesgos en recuperar la relación con la mujer a la que cuando eran novios llevó a una clase de danza moderna y dejó boquiabiertos a los presentes por sus dotes de bailarina. Una relación secreta con Sheinbaum, convertida ya en jefa de gobierno de la gigantesca Ciudad de México. No fue hasta 2022 cuando la presidenta electa anunció que se volvería a casar.
La boda con el actual especialista en riesgos financieros del Banco de México (Banxico) se celebró en noviembre de 2023, cuando ya Sheinbaum había triunfado en las primarias del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) bajo el amparo de López Obrador. En otros tiempos, el dedazo oficialista suponía la presidencia casi automática, pero Sheinbaum enfrentó una larga campaña electoral para derrotar a otra mujer, la opositora Xóchitl Gálvez.
PAREJA ATÍPICA
Tarriba, como Sheinbaum, tiene 61 años y es natural de Sinaloa.“Es muy inteligente”, ha insistido su mujer sobre su pareja. La tradición marca en México que la primera dama se encarga de representar al presidente en actividades de carácter social y en eventos nacionales e internacionales, aunque López Obrador suprimió durante su sexenio otra de las tradiciones, que situaba a la mujer del presidente al frente del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia. Su esposa, Beatriz Gutiérrez, rechazó el título.
Una pareja presidencial muy distinta llegará así al Palacio Nacional, que desde hace unos años no sólo es la sede del poder ejecutivo, también la residencia oficial del máximo mandatario. Ella, una política adusta, poco dada a las emociones; él, un científico trabajando para los bancos.
Muy distintas hubieran sido las cosas con el primer marido de Sheinbaum, Carlos Imaz Gispert, profesor universitario que se convirtió en uno de los fundadores del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y de Morena, además de ser jefe delegacional de Tlalpan. Imaz pertenece a una de las tantas familias hijas del exilio republicano español, de hecho su abuelo era el filósofo Eugenio Imaz Echeverría.
Casi tres décadasdeamorseacabaron por culpa de la política: Imaz fue involucrado en un escándalodefinanciación ilegal liderado por el empresario Carlos Ahumada. Sheinbaum decidió poner punto final a un matrimonioqueamenazabasudestinopresidencial. Se separó en 2016 y a los pocos meses se reencontró con Tarriba, para quien también se trata de su segundo matrimonio. En España permanecen tanto su ex mujer, Martha Tello Díaz, como la hija de ambos, Fernanda Tarriba Tello, especialista en fecundación asistida. Por ellas corre la sangre de Porfirio Díaz, presidente de México durante 30 años.
Retomaron su noviazgo estudiantil gracias a Facebook