El Mundo Madrid - Weekend - La Otra Crónica
HOLLYWOOD SUS EJECUTIVOS CREEN QUE LAS PELÍCULAS POLÍTICAMENTE CORRECTAS NO SON RENTABLES
Cinco años después del #meetoo y la ola de cancelaciones a actores, los estudios empiezan a pensar que la inclusividad no seduce al público. Las esperanzas ‘woke’ están en Blancanieves latina. POR
L.F. ROMO
SE SUELE DECIR QUE CUANDO EEUU Unidos estornuda, Europa se resfría. Pues agárrense fuerte porque como dijo Bette Davis en Eva al desnudo (1950): “Abróchense los cinturones porque esta noche se prevé movidita”. Cuando algo se mueve en los cimientos de Hollywood, las consecuencias a nivel mundial están milimétricamente calculadas para que la taquilla no deje de fabricar billetes verdes.
El próximo 28 de diciembre se estrena Al descubierto, cuyo argumento narra la pericia de varias periodistas jóvenes al descubrir en exclusiva para The New York Times a uno de los mayores depredadores de la meca del cine, Harvey Weinstein (70).
De esa corriente de acusaciones nacieron #MeToo y #TimesUp, dos movimientos sociales que se unieron a #BlackLivesMatter que luchaban en contra de la supremacía blanca en detrimento de los negros. Hollywood se puso en guardia. Dio comienzo una nueva versión de la caza de brujas de McCarthy con la nomenclatura de cultura de la cancelación. Los actores Kevin Spacey, Johnny Depp y James Franco perdieron suculentos contratos mientras que Bill Cosby sigue en prisión; los directores Bryan Singer y Woody Allen perdieron su credibilidad y la imagen de comunicadores de la talla de Charlie Rose y Tom Brokaw quedaron dañadas por siempre jamás.
Sin embargo, hace varios días, un nuevo artículo del The New York Times hizo un sondeo entre una veintena prominentes ejecutivos, publicistas, agentes o productores de diferentes razas, edades, etnias y géneros para desenmarañar qué está pasando en
Hollywood cinco años después. Parece que nuevos temblores se avecinan.
Desde ese anonimato donde les ampara el poder, algunos ejecutivos se enorgullecen de seguir “firmemente comprometidos”, sin embargo, en los despachos y las fiestas donde se hacen negocios sus comentarios son diametralmente opuestos. Hay miedo, recelo e inseguridad. La fuerte recesión que se avecina, la renegociación de los sindicatos, la caída de un 35% en la venta de entradas en cines con respecto a 2019, los altos tipos de interés, el encarecimiento en la fase de producción y un menor poder adquisitivo de la gente son factores que en la actualidad pesan más que el compromiso adquirido para proteger a los más débiles de los abusos, el racismo y el sexismo. Hollywood está mirando hacia otro lado.
Mientras la gran mayoría confirma que la tolerancia cero con el acoso sexual y la discriminación laboral sigue vigente, otros aseguran que la industria está dejando
La primera comedia romántica gay ha pinchado
de lado a aquellas mujeres contratadas como abanderadas de los cambios sociales mientras que algunos hombres que fueron apartados por casos de abusos y mala conducta han vuelto al redil. Johnny Depp ha empezado a dirigir su primer filme titulado Modigliani con Al Pacino como productor y podría retomar su papel de Jack Sparrow en Piratas del Caribe; James Franco firmó un acuerdo extrajudicial de 1,9 millones de euros con las alumnas que le demandaron por comportamiento sexual indebido y ya tiene tres películas a la vista y John Lasseter, uno de los mayores genios de la animación vinculado en su momento a Pixar y Disney está produciendo ahora para Apple TV+.
En cuanto a la diversidad y la inclusión parece que también se presenta un nuevo escenario. Un alto ejecutivo cinematográfico (blanco) confesó a The New York Times que “durante tres años contratamos solo a mujeres y personas de color” para añadir posteriormente que no pensaba que algunos fueran capaces de desarrollar su trabajo. Ciertos agentes y productores se cuestionan la viabilidad de productos con argumentos inclusivos a tenor de los últimos fracasos. La primera comedia romántica gay distribuida por un gran estudio (Universal Pictures) ha pinchado en la taquilla; la serie de Marvel cuya protagonista es la primera superheroína de origen musulmán para Disney + ha pasado desaperciba y Batgirl de Warner Bros se encuentra en un cajón porque bajo el alegato de carencia de creatividad se esconde un trabajo totalmente inclusivo ya que la protagonista es una latina, una de las secundarias es transgénero, está escrita y producida por mujeres y dirigida por dos hombres musulmanes.
En contrapartida, sí que está previsto el estreno para 2023 de La Sirenita –la protagonista es negra– y Blancanieves, a quien dará vida una latina.