El Mundo Madrid - Weekend - La Otra Crónica
LA TIENDA DEL ESPÍA SU CRISIS POR EL MODELO ‘ONLINE’ PESE AL ÉXITO DEL KIT VILLAREJO
Antonio Durán es el hombre que da cobertura a detectives aficionados y profesionales. El comercio ‘online’ le ha hecho mucho daño pero resiste ante gigantes como Amazon.
ANTONIO DURÁN SE DEFINE A SÍ MISMO como “un rebelde”. “Soy de Badajoz, me eduqué en el País Vasco y también en Alemania pero no me centré mucho en los estudios. Desde los 18 años trabajé en los locales de hostelería que tenían mis padres. Siempre había admirado la iniciativa de los americanos, vi una serie de artículos de tecnología y pensé que esto podía ir conmigo así que ya cuando tenía 30 años abrí el primer local en la calle Alcalá 143. La primera Tienda del Espía. De aquí salieron todos los hijos que tengo [el resto de tiendas]”, comenta a LOC el dueño de La Tienda del Espía.
Antonio sabe que su negocio es particular y él mismo lo confiesa. Bajo su mando está un imperio creado al calor de detectives e investigaciones paralelas. Vende todo tipo de productos que graban sonido, filman imágenes y buscan la verdad de maneras ocultas. Tiene incluso un Kit Villarejo Deluxe valorado en 700 euros y que está compuesto por una gorra de uniforme Villarejo, una carpeta para guardar documentos confidenciales, unas gafas con retrovisor para cuidar las espaldas, un bolígrafo para grabar conversaciones en secreto y unas gafas para grabar audio y vídeo. No está nada mal para los que quieran seguir la estela del comisario más conocido de nuestro país. “Mi cliente no es el perfil de alguien que quiera espiar sino uno preocupado porque no puede demostrar lo que le está pasando. Ya sea una situación de acoso laboral en el trabajo, en la pareja, etc. Esto suele ser la antesala de los juzgados. La tecnología tiene tanta capacidad de aportar una información como de hacer daño. A mí si me pide la Policía colaboración yo tengo que colaborar. El que hace mal uso de estas cosas tiene que tener esto en cuenta. Yo no sé lo que van a hacer con lo que vendo. Esto es como si te compras un coche y lo pones a 220 km/h o compras un cuchillo y lo utilizas para apuñalar”.
Los productos más demandados por los clientes de Antonio son los mencionados sistemas de grabación de audio y vídeo. “Es muy útil para los hurtos. En las casas puede robar desde la gente que trabaja dentro de los domicilios hasta los propios familiares que tienen acceso. Todos están en su derecho de protegerse. Por otro lado también tenemos localizadores que se los lleva mu
cha gente para cuidar a sus padres, para saber dónde están si tienen un problema de Alzheimer o de otro tipo”.
El dueño de La Tienda del Espía vivió una época dorada en su empresa pero reconoce que, después de 32 años en el oficio, la cosa ha cambiado mucho. “Vacas flacas todos los días hay. Con los cambios de consumo hemos sufrido una caída de ventas de un 30-40%. Ahora mismo tengo nueve empleados y entre todas las tiendas facturamos cerca de un millón de euros. No es mucho. Antes era diferente. Yo pago por el alquiler de los locales, los empleados, la Seguridad Social... Al final tienes una serie de gastos fijos que por ejemplo Amazon no tiene. Su filosofía es otra. La complejidad de la sociedad física no la tiene la digital. Uno desesperado y solo no puede hacer nada contra Amazon”.
Antonio pasó de tener diez tiendas a cuatro (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) pero se resiste a abandonar lo que hoy en día sigue siendo el grueso de su negocio. “Google nos ha hecho mucho daño. Yo incluso les denuncié. Los gigantes como Amazon, AliExpress... Entre los americanos y los chinos se llevan todo”.
A sus 62 años, Antonio se considera un referente. No tiene hijos a los que dejarle su legado pero, de momento, posee energía para seguir poniendo en marcha proyectos. Tiene en marcha uno muy divertido llamado la Bodega del Humor en el que participan humoristas de todo tipo (Paco Porras, por ejemplo) y con el que quiere dar la campanada en el sector del vino. “Voy a unir a todos los frikis. Esto es para partirse de risa”, adelanta.