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ISABEL ABDO LA MUJER QUE HA RECORTADO LOS TACONES DE LA REINA
No conoce a Doña Letizia, pero la Reina ya ha utilizado en varias ocasiones sus modelos de tacón de 5 cm que estilizan su figura pero no maltratan sus pies.
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El precio de sus zapatos está entre los 160 y los 220 euros
de los últimos días ha sido la confesión hecha por la Reina Letizia el día de la Fiesta Nacional de que padecía una lesión en su pie derecho conocida como “neuroma de Morton”, inflamación del metatarsiano que se manifiesta en forma de bola muy dolorosa en la planta del pie y se agrava al calzar tacones muy altos. Poco amiga de confidencias, seguramente se decidió a revelarlo ante la extrañeza que causó entre periodistas e invitados al Palacio Real que, durante el besamanos, abandonara en varias ocasiones su puesto junto a Don Felipe para sentarse en una silla y descansar de sus altísimos tacones. La revelación le sirvió para liberarse de este suplicio y en su posterior viaje de Estado a Alemania, llevó en la recepción ofrecida a la colonia española unos salón destalonados negros con la mitad de tacón de lo que acostumbra. Eran de Isabel Abdo ( 51), una marca española hoy presente en el armario de Doña Letizia y que, como todo lo que luce, se ha puesto de moda entre las celebrities: Vicky Martín Berrocal, Carmen Lomana, Jaydy Michel, Marta Robles y Lidia Bedman, la mujer de Santiago Abascal, son algunas de las clientas de esta firma por la que también apostó Nuria March en su boda. PREGUNTA.- ¿Qué sintió cuando vio a la Reina con unos zapatos de su firma en Alemania?
RESPUESTA.- Una emoción tremenda y un orgullo muy grande de que volviera a confiar en Abdo para otro de sus eventos. Además, al coincidir con que difundiera su dolencia en el pie, me llamaron muchas mujeres que no eran clientas pero tenían su mismo problema, para comprar mis zapatos.
P.- ¿Qué modelo era?
R.- El Carrie en color negro, son unos stilettos muy elegantes y a la vez cómodos porque solo tienen cinco centímetros y medio de tacón, ideales para la mujer que debe ir arreglada a diario, como Doña Letizia, que tiene una intensa agenda institucional. Vestir bien no tiene que implicar sufrimiento, mi lema es elegancia pero con comodidad.
P.- No era la primera vez que llevaba sus zapatos.
R.- No, la primera fue en marzo de 2021 en una visita a Fuendetodos (Zaragoza) por el aniversario del nacimiento de Goya; tuvo que permanecer horas de pie recorriendo la villa. Repitió en mayo en la confirmación de la princesa Leonor, en septiembre en la inauguración del curso escolar del IES en Haro,
Son zapatos están dirigidos a mujeres con una agenda muy activa
y ahora en Alemania.
P.- La primera vez debió quedarse impactada.
R.- Inauguré mi marca en 2019 y recuerdo que en la primera entrevista que me hicieron dije que mi ideal de mujer para lucir mis zapatos era la Reina, porque representa perfectamente a la española actual: profesional, esposa, madre y con ese toque de femineidad tan sexy que exhibe en los actos cuando lleva tacones. Mi sueño era que un día se convirtiera en embajadora de mi marca y la verdad se me cumplió muy pronto. Estaba en Marbella de vacaciones de Semana Santa y mi hermana Samira me telefoneó para decirme que le habían llamado diciendo que la Reina llevaba unos zapatos muy parecidos a los míos. Lo comprobé y en efecto eran de Abdo, no podía creer que Doña Letizia apostara por una start up española casi recién nacida.
P.- ¿Cómo llegaron sus zapatos a la Reina?
R.- A través de Eva Fernández, su estilista, le escribí un e-mail diciendo que eramos una start up cien por cien española, que recién nacidas nos pilló la pandemia y nos encantaría que Su Majestad luciera unos zapatos de Abdo pues supondría una enorme ayuda para una pequeña marca como la mía. Eva me contestó pidiéndome que le enviara algunos modelos para que Doña Letizia se los probara y mi sorpresa fue que, a pesar de llevar habitualmente bastante tacón, adquiriera los Carrie, que tienen solo 5 centímetros y medio. Se los quise regalar pero ella se negó, insistió en pagarlos.
P.- ¿Son caros?
R.- No, mis zapatos son bastante asequibles, cuestan entre 160 y 220 euros los más caros. Además de ser totalmente españoles, pues los fabricamos en Elche, quizá a Doña Letizia le gustó que sean sostenibles, elaborados con productos animales cárnicos.
P.- ¿Conoce a la Reina?
R.- He coincidido con ella en algunas recepciones, pero no la conozco personalmente, no me atreví a acercarme. Ahora que lleva mis zapatos sí lo haría, me encantaría.
P.- ¿Qué opina de su imagen?
R.- Tiene un estilo muy depurado y favorecedor, además de un cuerpo espectacular. Además, es muy femenina y le gusta empoderarse con zapatos de tacón. Por otra parte su look es muy natural, no va excesivamente maquillada, para mí representa perfectamente a la mujer actual. Y me parece maravilloso que esté apostando por marcas españolas y dándolas a conocer.
P.- Usted parece el prototipo de emprendedora. ¿Cómo llegó al mundo de la moda?
R.- Mi padre era un empresario libanés y yo de pequeña viví en Beirut, aunque pronto nos vinimos a España cuando estalló allí la guerra. Tengo preciosos recuerdos de las mujeres libanesas de aquella época, eran bellas, elegantes y amantes de la moda. Después, mis padres me enviaron a estudiar a Inglaterra, y me matriculé en business y administración de empresas en la Coventry University con la mirada puesta en dedicarme a mi pasión: la moda y la comunicación. P.- ¿Cuánto tiempo vivió allí?
R.- Doce años, porque allí conocí a mi primer marido, de origen turco, pasábamos los veranos en Estambul y Bodrum, la Marbella turca. En Inglaterra nacieron mis tres hijos: Talya, de 25 años, Fuat de 23 y Tarek de 18. Londres abrió mi mente al mundo de la moda, allí conocí a Louboutin y a Jimmy Choo, cuya fábrica solía visitar y me encantaba mirar como cortaba los zapatos a medida. P.- Después regresó a España... R.- Sí, en 2004 me contrató el grupo Reig como relaciones públicas de su división de lujo, que engloba firmas como Vasari, Manolo Blahnik o Azzaro. Eso me permitió adquirir un profundo conocimiento de ese mercado.
P.- ¿Cómo se le ocurrió crear una marca de zapatos?
R.- Siempre fui amante de los tacones y por mi profesión tenía acceso a todas las firmas, pero me era imposible encontrar un zapato de tacón cómodo y a buen precio dirigido a mujeres que trabajan y llevan una vida muy activa. Así que decidí sacar una marca de zapatos en 2019, con la mala suerte de que nos pilló de lleno la pandemia, que pude sortear gracias a que mis modelos son atemporales, un stiletto no pasa de moda. Mis zapatos se pueden comprar en la web o Instagram, y eso me permite llegar fuera de nuestras fronteras, dentro de poco los negocios serán cien por cien online.
P.- Lleva sola la marca.
R.- Soy la CEO, la directora, la creativa... Además tengo tres hijos y me acabo de separar de mi segundo marido. Estoy un poco desbordada, a lo mejor me planteo buscar un socio...
LOS GUAPOS TAMBIÉN SE SEPARAN. Si hay –o había– una pareja de guapos indiscutible es –o era– la de Eva González y Cayetano Rivera. Pero igual que en la telenovela de Verónica Castro Los ricos también lloran, aquí en “la espaciosa y triste España” de Fray Luis, también los guapos se separan. Lo anunció ¡Hola! el lunes, y nos hizo recordar el escándalo provocado por una tal Karelys, que hace tres años contrató a un fotógrafo de bodas en Londres para que la retratara con Cayetano en un bar. No había nada más en la foto, pero lo suficiente para que Eva, que tiene aún más carácter que belleza, reaccionara contra la susodicha, más fea, demostrando que no rompería su matrimonio, pero con el torero tras ella en hábito de penitente. Dicen que hay fotos con otra y que Eva ya ha hablado con una abogada perita en separaciones. Y en la portada, ¡Hola! lleva un raro montaje, como de boda o bautizo, pero de divorcio.
EL ICTUS LEVE Y EL ODIO GRAVE DE KIKO RIVERA.
Que al hijo de la Pantoja podía darle un jamacuco cualquier día era más que previsible: adicto, comedor y bebedor sin tasa, diabético y gotoso a los 40 años, lo raro no es que le diera un ictus en plena siesta, sino que, por fortuna, haya sido muy leve. Lo que se dice un aviso de la naturaleza. Pero él y su señora lo han aprovechado para montar su clásico número de odio a mamá. Ya no se acuerda de cuando contaba los minutos que pasó abrazado a él cuando murió doña Ana, que si no recuerdo mal fueron 14 o 15. Mientras sus amigos acampaban en la habitación, a su madre y a su hermana se les negó el acceso, por si se alteraba. Como si el odio fuera una alteración y no una costumbre. O un negocio de exhibición.
ÍÑIGO REZA PARA RECUPERAR A TAMARA.
¡Hola!, empeñada en rehacer la relación de Íñigo y Tamara, saca al pecador, que prodiga comunicados tan prolijos como absurdos sobre el anillo de pedida y otros escombros de la boda, sentadito en una iglesia, solo y formal, en plan meditativo. Lo gracioso es que sobre la foto del penitente hay otra de Tamara, tan radiante y entre flores, que parece la Virgen de Algo inclinándose sobre el pastorcillo que viene a redimir. Han tenido que darse cuenta al componer la página del cómico efecto visual. La duda es si impetran la beatificación de Tamara o la conversión de Íñigo. En Navidad.
HOLA, SONSOLES; ADIÓS, PAOLO.
Es tal la inquina creada por Rociito, Jorgiito y demás, que en su primera semana Sonsoles Ónega ha superado en audiencia a Es un programa en construcción, pero tiene el beneficio de aventar la duda mayor en la cosa rosa: ¿es posible ver la tele por la tarde sin topar con el careto de Jorgiito? Ya lo es. Y mientras, se confirma el peritaje del folio entregado a la jueza por Rociito sobre los supuestos malos tratos de Ortega Cano a la Más Grande. Pues bien, según la veterana perita, es una falsificación, así que, en cuanto acabe la serie, actuará la Justicia. Y Paolo Vasile ya no estará para defender lo indefendible.