El Mundo Madrid - Weekend - La Otra Crónica
FELIPE VI Y EL EMIR DE QATAR LA OBLIGADA ASISTENCIA DEL REY AL MUNDIAL, SOLO ANTE EL PELIGRO
El soberano catarí insistió en su visita a España al monarca para que viajara al Mundial. Ha sido un gol de Moncloa que no le haya acompañado a Doha ni el ministro Iceta
CIENTOS DE MILLONES de espectadores en todo el mundo siguieron el pasado domingo por televisión la ceremonia de inauguración del polémico Mundial de Fútbol que se está disputando en Qatar. Y no pasó desapercibida la escasa representación de dirigentes que arropaban en el estadio al emir Tamim bin Hamad Al Thani, el monarca absoluto de este riquísimo país que flota en gas y petróleo. Junto a un puñado de líderes africanos y sudamericanos, destacaban varios miembros de la realeza árabe: el rey de Jordania, el gobernante de Dubái o el príncipe heredero de Kuwait. También, y sobre todo, el poderoso heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, para escenificar la reconciliación entre Riad y Doha tras unos años de relaciones tormentosas que sacudieron todo el tablero geopolítico del siempre sensible Golfo.
Los mandatarios occidentales declinaron la invitación de Qatar, incluidos los integrantes de las familias reales europeas, a pesar de los estrechos vínculos que muchos tienen con los Al Thani. Como ya ocurrió en 2018 con el Mundial de Fútbol disputado en Rusia, igualmente polémico, los próceres de las naciones democráticas estaban sobrados de motivos para escenificar una especie de boicot a los fastos ornamentales que rodean la competición deportiva en sí.
Pero para las dinastías del Viejo Continente esta cita futbolística en Qatar se ha convertido en una patata bien caliente. No les está resultando fácil conjugar la demostración de la máxima sensibilidad que hoy exigen las opiniones públicas en el rechazo a un régimen como el catarí que no respeta los derechos humanos, trata a las mujeres como ciudadanas de tercera y se ensaña con colectivos como el LGTBi, con la razón de Estado que les obliga a
Está pendiente la visita de Estado de Don Felipe y Doña Letizia a Doha
mantener las mejores relaciones con los Al Thani.
Para sorpresa y escándalo de muchos, el primer integrante de la realeza europea en romper ese boicot tácito fue el Rey de España. Don Felipe voló hasta Doha para asistir al debut de la Selección nacional el miércoles. Y, aunque el 7-0 provocó tal euforia que por unas horas en nuestro país todo el mundo pareció olvidarse de los derechos humanos y el pisoteo de las libertades, enseguida arreciaron de nuevo las críticas al titular de la Corona por acudir a Qatar. Comentaristas en medios de comunicación o tuiteros lanzaron toda clase de exabruptos contra el Rey. En las redes se podían leer mensajes como que “la Monarquía sólo piensa en su propio bolsillo”. El encuentro de Don Felipe con el emir Tamim elevó aún más el tono de los dardos. En debates tan viscerales no había cabida para explicar los extraordinarios intereses que España tiene en Qatar, un país cuyas inversiones y participación en algunas de nuestras empresas estratégicas son un maná del que no podemos prescindir. Pero el daño a la imagen de Don Felipe ya estaba hecho. Incrementado, además, por la ladina actitud del Gobierno de Sánchez, puesto de perfil como si no tuviera nada que ver con la decisión del Rey de ir a Qatar en defensa de los intereses nacionales.
Cuesta entender que desde Zarzuela cayeran en la celada y que se admitiera que Don Felipe se comiera solo el marrón, volando a Doha sin ni siquiera la compañía del ministro de Deportes, Miquel Iceta, homosexual que siempre ha reivindicado los derechos LGTBi y cuya presencia junto al Rey en Qatar hubiera al menos transmitido un mensaje más digerible para la preservación del buen nombre de la Corona.
Las opciones de Don Felipe no eran muchas. El Rey no sólo había recibido, como tantos otros mandatarios, invitaciones del emirato por los cauces formales. Sino que el propio emir fue insistente en su apelación a Don Felipe para que asistiera al Mundial cuando protagonizó en mayo una visita de Estado a nuestro país. Y se suele olvidar que, como se acostumbra en las relaciones bilaterales, en poco tiempo serán Felipe VI y Doña Letizia quienes habrán de acudir a Doha en visita de Estado para cerrar lo que se denomina el viaje de devolución. Como para hacer un feo al emir.