BODAS ‘ARISTOCRAZY’ Y ESTILO REGENCIA DE LAS HIJAS DE SEGORBE

LAS MELLIZAS SOL Y LUNA. Cuando lean esto, estaré de guardia a mi pesar por la boda del juez Garzón y la ex fiscal general del Estado Lola Delgado. También me tocó currar el día de la boda del alcalde de Madrid, más fácil de cubrir porque se celebró en una Iglesia a pie de calle, no como la de los juristas, que lo hacen en la finca de Enrique Ponce a puerta cerrada y no está previsto que salgan a posar o repartan fotos. Comprendo la trascendencia de estos enlaces, pero a mí las bodas de las que me gusta escribir son las que dan auténtico juego redaccional y visual, léase, frufrú: rancio abolengo y vestidos que no siguen la moda ni el patrocinio pero sí la extravagancia. Es el caso de las bodas de las hijas mellizas del duque de Segorbe, Sol y Luna, que se han casado con sus respectivos en menos de un año haciendo alarde de su excentricidad aristocrazy, no tanto aristorrancy. Las crónicas de ambos enlaces parecen sacadas de una novela upgrade de Corín Tellado de la primera época, la más recatada y carcúndica, frente a los salaces textos que la misma autora escribió tras el franquismo. No son un extracto plagiado de Celia se casa pero sí narran una serie de anécdotas y enumeran una lista de apellidos dignos de ser inventados, una caricatura costumbrista de lo que debió de ser un enlace de la nobleza a finales del siglo XIX. Pero no, Luna Medina de Orléans Braganza, que existe en 2024, se ha casado con el filólogo italiano experto en códigos antiguos Giovanni Rapazzini de Buzzaccarini el mismo día que su hijo Galateo (sí, Galateo) cumplía un añito vestido de pequeño Mozart, aunque el niño se duerme con música de Bach. La extraña a la par que fascinante pareja se ha dado el sí, quiero en uno de los palacetes de los Medina, el impresionante Pazo de Oca, conocido como el Versalles de Galicia que tiene prohibido pisar Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, la actual joven duquesa de Medinaceli, tras arrebatarle el título a su tío Segorbe, el único hijo vivo de Mimi Medinaceli, “descendiente directa del rey Alfonso X el Sabio y 11 veces Grande de España”. Segorbe aspiraba al ducado hasta que Zapatero dio prioridad al primogénito, ya fuera hombre o mujer, en la herencia de este honor. Una situación que produjo una guerra familiar que les sonará pero no procedo a contar por larguísima. Aquí lo que he venido a reivindicar es la boda de Luna, que se casó vestida con una gabardina “prestada” azulona de Palomo Spain (en ¡Hola! se refieren a él como Alejandro Palomo, lo que quizás esconda un rebranding de la marca) y un collar de perlas negras de los Medinaceli adornando su pelo. Entre los presentes, sus hermanos (por parte de madre) los príncipes de Serbia e invitados con nombres como Olympia Napoleón. La boda de la otra melliza, Sol, hace un año en Sevilla, con Pedro Domínguez-Manjón Toro, no supuso un menor deleite para los sentidos. Con un traje de color vainilla regency core (estilo regencia, ergo Los Bridgerton) firmado por Victorio & Lucchino con un sol bordado diseñado por ella misma, la novia portó la fabulosa corona de la Casa Medinaceli que lució también su abuela Mimi en su boda y la actual titular del ducado no puede ni oler. Sol y Luna han estudiado en NY, una es consultora y la otra diseñadora (sus padres arquitecto e interiorista) y gestionan el hotel Las Casas de la Judería de Sevilla, propiedad de la familia.

GTRES Sol Medina en su boda.