El Mundo Madrid - Weekend - La Otra Crónica
EL BUFETE QUE BORRA A POLÍTICOS Y EX ACTORES PORNO DE INTERNET
El llamado derecho al olvido en internet ha alumbrado proyectos como Honoralia, cuya función es borrar el rastro digital de clientes como políticos con pasado judicial o ex actores porno.
EL GALLEGO QUE LE GANÓ A GOOGLE
ESTE MES SE HAN CUMPLIDO DIEZ
años desde que Mario Costeja, perito judicial de profesión y vecino de A Coruña, le ganó la batalla a Google y logró que la Unión Europea reconociera el derecho al olvido en internet. Él libró su propia guerra desde que en 2010 se diera cuenta de que en un artículo de 1998 publicado por La Vanguardia se habían insertado dos anuncios de una subasta de inmuebles relacionada con un embargo por deudas a la Seguridad Social. En el citado anuncio, que posteriormente fue colgado en la edición online del periódico, se mencionaba el nombre de Mario Costeja como propietario de estos inmuebles. Pese a que Costeja había resuelto el asunto tiempo atrás, su nombre seguía apareciendo asociado a dichos anuncios.
Fue en 2009 cuando decidió pedirle al citado medio de comunicación que retirase su nombre de la publicación y la respuesta fue negativa. Google también denegó su petición, por lo que Mario se encomendó a la Agencia Española de Protección de Datos. Todo el periplo judicial terminó cuando el 13 de mayo de 2014 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea falló en contra de Google y determinó que los usuarios como Mario Costeja tenían derecho a pedir que los contenidos en los que apareciera su nombre no salieran en las búsquedas.
Gracias a este ciudadano español, en la Unión Europea existe un derecho que no hay ni en Estados Unidos ni en otros países. Al calor de él han surgido proyectos como Honoralia, un despacho de abogados experto en reputación online y en derecho al olvido en internet. “En 2018, al ver que esa idea de negocio ya estaba funcionando, nos decidimos a montar la empresa. Inicialmente lo hice como autónomo pero cuando la cartera de clientes aumentó, se constituyó como sociedad. Somos tres socios, tenemos dos empleados y algún apoyo más”, comenta a LOC Javier Franch (44), abogado y CEO de Honoralia.
El bufete, que se encuentra en Valencia, recibe clientes de todas partes puesto que la mayoría les contactan por internet. El perfil de las personas que solicitan sus servicios es muy diverso, tal y como confiesa el propio Javier. “Nuestros clientes son muy dispares porque a día de hoy exposición en internet la tiene cualquiera. Un tipo de perfil de cliente es un empresario o político que se haya visto envuelto en un procedimiento judicial en el que haya sido absuelto o sobreseído. En estos casos es más fácil que prospere la petición pero la persona que ha sido condenada también tiene derecho a ser eliminada tiempo después de lo sucedido”.
De este modo, las personas que solicitan los servicios de Javier no tienen por qué ser famosos. “Hemos tenido gente conocida pero también hay gente anónima. Entre los casos más conocidos que tenemos por ejemplo está la Gürtel, ha habido clientes que sus casos han sido sobreseídos y que ya no quieren aparecer en nada relacionado”. Aunque no fueron sus clientes, Javier pone los ejemplos de Mónica Oltra y Francisco Camps. “Al final lo suyo quedó en nada. ¿Tienen derecho al olvido?”
CONTENIDO SEXUAL
Otras de las personas que se acercan al despacho de
Javier en busca de asesoramiento, son clientes con pasado ‘erótico’. “Otros casos que nos están llegando mucho últimamente es el borrado del contenido erótico-sexual. Con la aparición de Onlyfans nos están llegando muchos clientes que ven cómo su contenido está en otros lados que no son esa plataforma sin su permiso”. Y añade: “También hay gente que se dedicaba al mundo de la pornografía y que ahora quiere que se elimine ese pasado porque quieren casarse, tener hijos y que ellos dentro de un tiempo no descubran esta parte de su biografía, aunque no sea porque se arrepienten sino porque simplemente no quieren”.
Gracias al caso de Mario Costeja, que le ganó la batalla a Google, existe el derecho al olvido en internet. “Se atrevió a demandar a Google y resolvió en su favor. Gracias a esa sentencia nos hemos beneficiado
todos de ese derecho”, afirma Javier. Su bufete tiene mucho éxito y reconoce que con la inteligencia artificial seguramente tendrá más.
Javier Franch explica a este suplemento cuál es el procedimiento para borrar el rastro de alguien en internet. “No hay secreto más allá de lo que la ley nos permite. En primer lugar enviamos una reclamación amistosa al medio de comunicación, al blog, donde esté publicada la información. El medio o el editor de la página web no es que elimine esa información pero lo que hacen es anonimizar la noticia (se cambian el nombre y apellidos por iniciales) o la desindexación, establecer unos mecanismos informáticos para que no se pueda encontrar en una búsqueda”.
Si por alguna razón el medio entiende que bajo su punto de vista esa información es valiosa y no la quiere eliminar, Honoralia acude a Google. “Si en un plazo de 30 días no responde o deniega nuestra petición, nos quedan dos vías. Una, reclamar contra la agencia española de protección de datos y la otra, la judicial”.
En cuanto al precio del “borrado”, la tarifa de los servicios de Javier es de 150 euros por cada enlace de información que quiera ser eliminado, aunque a veces son tantos que hacen un precio especial.