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EL PALMITO DE LAS INFLUENCERS OPACA AL CINE DE CULTO
El festival de Cannes es sinónimo de glamour pero desde hace un tiempo los actores y actrices tienen que codearse con una nueva especie: los influencers. LOC analiza qué hacen en Cannes. POR
Viggo Mortensen afirmó que no entendía el fenómeno ‘influ’
DESFILAR POR LA CROISETTE del festival de Cannes hace tiempo que dejó de ser un privilegio reservado solo a deidades del olimpo cinematográfico. Cannes era y sigue siendo sinónimo de cita de cine culto, alejado de las palomitas y pegado a la intelectualidad. Entre sus palmas de oro figuran clásicos como La Dolce Vita de Fellini, Viridiana de Buñuel, Taxi Driver de Scorsese o Pulp Fiction de Tarantino. A día de hoy todavía acuden directores como Francis Ford Coppola a presentar su última película, Megalópolis, después de haberse alzado con el máximo premio del festival en dos ocasiones por La conversación y Apocalypse Now.
Pero estos genios del cine tienen que dejar paso a nuevas personalidades que han surgido al calor de las redes sociales: los influencers. Desde que Georgina Rodríguez apareciera en La Croisette por primera vez en 2019, el goteo de influencers ha ido en aumento. Tan solo este año el festival ha contado con la presencia de Dulceida, Natalia Osona, Marta Lozano o Verónica Díaz entre otras. Pero no solo influencers, también actrices como Ester Expósito, Paz Vega, María Pedraza o Hiba Abouk no se han perdido la cita.
La pregunta surge de inmediato: ¿ Qué hacen todos estos rostros digitales en el festival de Cannes? Desde hace unos años no es necesario protagonizar o participar en una película para desfilar por
La Croisette. Este mismo año, las actrices mencionadas y una larga lista más, no presentaban ningún proyecto cinematográfico. Sin embargo, el incremento de las marcas patrocinadoras o colaboradoras con el festival ha hecho que las influs y las actrices justifiquen su asistencia gracias a ellas.
La persona que mejor lo sabe es la que está detrás de la cuenta de Instagram Hazme una foto así, una especie de perfil-servicio público que se encarga de mirar con lupa los movimientos de todas las influs para comentarlos a base de humor e ironía. De identidad aún anónima, la persona que gestiona la cuenta compartió una reflexión que hizo Viggo Mortensen sobre los influencers en el programa Mañana Más de RNE. “Yo no iría nunca a una alfombra roja o una entrega de premios si no estuviera nominado. La última vez que fui a Cannes fui con un amigo y había unas chicas en cada piso posando, haciendo fotos, etc. Yo dije: ‘Estoy fuera del sistema porque no sé quiénes son estas nuevas actrices’. Y me dice mi amigo: ‘Son influencers’. Y digo: ‘ En qué película están’. Me respondió: ‘Su mente está en una película constantemente pero no ellas no están en ninguna’. Esa noche me explicó este mundo, todavía no entiendo del
todo por qué la gente se traga eso pero parece que funciona”.
LOC ha contactado con Hazme una foto así, que también tiene un podcast llamado Influ-Realismo Mágico. “No os creáis nada de lo que veis en Instagram. No es que Natalia Osona sea Sofia Coppola. Lo que pasa es que le han dicho que en vez de maquillarse con L’Oréal en casa, se vaya a Cannes. A ellas les posiciona muchísimo y las revaloriza. Van allí pero van en calidad de valla publicitaria. Podrían estar anunciando lo mismo desde Valdemorillo pero lo hacen desde Cannes”. Y añade: “Las marcas siempre han patrocinado los festivales, lo que pasa es que antes los líderes de opinión eran otros y ahora son los influencers. De todas formas yo entiendo que las marcas busquen este tipo de perfiles para conseguir sus objetivos. Lo que he señalado es la narrativa de las influencers. Por ejemplo decir: ‘Estoy aquí en Cannes, me han invitado. ¿Quién? ¿el festival? No, una marca. Hay que decirlo claro”.
No es algo nuevo que las marcas tengan presencia en este tipo de eventos culturales, pero sí lo es que incluyan cada vez más a influencers entre sus embajadores. Esta estrategia de marketing tiene que ver con las audiencias, tal y como explica a LOC Ana Díaz-Pinés, responsable del área de PR y Comunicación de la agencia Samy Alliance: “Contar con influencers y referentes del mundo digital en estas citas promueve la cultura entre las audiencias más jóvenes, que están al día de la actualidad a través de las redes sociales. Pero es clave que siempre tengan un vínculo con el evento y con la marca a la que acompañan, así como una afinidad con los valores de ambos para que la estrategia sea un éxito: cine, arte, moda, música, glamour... en el caso concreto del festival de Cannes y Magnum”.
Entre los clientes de Samy Alliance está precisamente Magnum, la marca de helados que ha viajado a Cannes con Dulceida. A nivel español no solo han contado con ella, sino también con Miguel Ángel Silvestre, Nicole Wallace, Cristina Castaño o Víctor Pérez (Vyperr).
La marca de helados lleva presente en el festival más de diez años y, aunque no es patrocinadora oficial, siempre monta unos buenos saraos en Cannes. Porque no solo de películas vive este festival y últimamente parece que lo importante es todo lo demás. “Magnum organiza las fiestas más célebres y codiciadas del festival. Es el promotor del placer en el epicentro del arte, en este caso, Cannes”.
La proliferación de influencers en la alfombra roja puede interpretarse como una pérdida de glamour en un festival de cine que es una referencia en todo el mundo. “Me parece que los influencers no deslucen este tipo de eventos, al contrario, luego nos quejamos de que los jóvenes no consumen cultura y creo que los festivales de cine hacen bien en acercarse a este tipo de públicos”.
Además de Magnum, también Campari ha ofrecido fiestas y ha invitado a actrices y a influencers para que sean sus embajadoras. Es el caso de Paz Vega, Hiba Abouk o Juana Acosta. Ester Expósito también pisó la alfombra roja y después compartió una publicación en la que advertía que hacía publicidad de la marca Charlotte Tilbury.