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EL TUMULTUOSO DIVORCIO DEL FUNDADOR DE GOOGLE
Con una fortuna de 88.500 millones de dólares, el empresario tecnológico y Nicole Shanahan (abogada experta en patentes) han elegido a un juez privado para evitar, sin demasiado éxito, que trasciendan los detalles a la opinión pública.
HASTA ESTA SEMANA, EL SEGUNDO DIVORCIO del cofundador de Google, Sergey Brin (48), había trascendido sin pena ni gloria en las páginas de la historia que recogen los entresijos de los negocios, amoríos, amistades y enemistades de los hombres más poderosos del mundo en Silicon Valley (California). Sin embargo, el domingo pasado todo estalló por los aires y el capítulo se ha tornado en un vodevil.
En enero de este año, Brin, que es el séptimo hombre más rico del mundo según la revista Forbes, presentó los papeles del divorcio para terminar su relación con su segunda mujer, Nicole Shanahan (33), una abogada especialista en patentes que hasta hace solo unos días era conocida en los círculos techies de California por su empresa ClearAccessIP , una compañía radicada en Palo Alto que emplea la inteligencia artificial para la gestión de patentes. Un campo que despierta gran interés entre las tecnológicas de Silicon Valley.
No fue hasta junio cuando trascendió la noticia de que el de Google y la abogada se estaban divorciando. La pareja alegó “diferencias irreconciliables” ante el juzgado de Santa Clara (California). “Debido a la naturaleza de alto perfil de su relación es probable que haya un interés público significativo en su caso de disolución [matrimonial] y en los asuntos relacionados con la custodia [de su hija en común]”, reza el documento presentado ante el tribunal.
Pese a los temores del letrado manifestados ante el juzgado, el asunto trascendió en un principio de forma bastante timorata. Algo que en parte se debe al discreto perfil de Brin y en parte porque el divorcio entre Google y Shanahan está siendo manejado por un juez privado como medida de precaución para evitar que los pormenores de la separación trasciendan a la opinión pública. “Nunca conoceremos los detalles del divorcio”, sentenció la abogada Monica Mazzei en declaraciones a Bloomberg.
Un divorcio que, para el cofundador de Google, es el segundo de su vida. Previamente estuvo casado hasta el año 2015 con la bióloga Anne Wojcicki, promotora de la empresa 23andMe, pionera en los estudios genéticos a través de muestras de saliva que los clientes envían desde sus domicilios.
Sin embargo, la discreción voló por los aires el pasado sábado cuando el Wall Street Journal señaló que la causa tras el divorcio de Shanahan y Brin sería un supuesto affaire extramatrimonial que la primera habría mantenido con el hombre más rico del mundo, Elon Musk, en diciembre de 2021. Un amorío que, según el decano de la prensa económica norteamericana, habría empujado al cofundador de Google a pedir el divorcio un mes después y a dar carpetazo a los negocios en común con Musk, abandonando todas las inversiones conjuntas.
Gracias a la reputación del rotativo neoyorquino, al carácter excéntrico del hombre más rico del mundo y a su intensa vida sentimental y amorosa –Musk tiene 10 hijos reconocidos y acumula una larga lista de relaciones en las que se incluyen nombres como Justine Wilson, Talulah Riley, Amber Heard o Grimes– la discreta disolución de la dupla Shanahan-Brin ha adquirido una relevancia mundial.
Musk se apresuró a desmentir la información: “Esto es una mierda absoluta. Sergey y yo somos amigos y estuvimos juntos en una fiesta ayer por la noche. Solo he visto a Nicole [Shanahan] dos veces en tres años, ambas con más gente alrededor. Nada romántico”, ha asegurado el fundador de Tesla. Poco tiempo después, Musk publicaría un selfie con Brin en un ambiente distendido y animaba a sus seguidores a señalar y a “llamar la atención” a los reporteros del medio neoyorquino y calificó al prestigioso medio de “tabloide de segunda”.
La pareja alega “diferencias irreconciliables” como causa