El Mundo Nacional - Weekend - La Otra Crónica
“VUELVEN A MIRARSE CON COMPLICIDAD”
Parece que va a ser que sí, una reconciliación en la pareja, que rompió su relación en 2020 tras veinte años juntos. El día 17, ambos acudieron al festival Starlite para asistir al concierto de Leiva.
QUIENES CONOCEN DE CERCA Y EN PRIVDO a José Tomás, cuentan maravillas de él. “Es un tío super humilde y cercano, divertido, grandioso. Con el figurón que es, no es nada vanidoso, es muy buena gente. Muy discreto, casi hermético”, cuenta una fuente a LOC.
Cuando va al campo de algún ganadero, “no es como otros que llegan en plan déspota, al revés; está a todo lo que se le diga, incluso se coloca en un rincón para no molestar… Es tan humilde y al mismo tiempo tan grande que lo refleja todo”.
De su faceta como torero, explican que es un número 1. “Ahora está toreando poco, pero todo el mundo lo tiene como un referente, porque es una grandiosa figura del toreo”, añade.
Toreando poco este año. Tiene 47 años recién cumplidos y está en situación de elegir dado su prestigio. Aunque no figura entre los puestos más destacados del escalafón de 2022, cada vez que se anuncia su presencia en un cartel, las plazas se llenan.
Este año ha toreado en Jaén y en Alicante. En la primera de ellas fue su reaparición después de tres años sin pisar una plaza, hoteles y restaurantes llenos, con aficionados llegados desde medio mundo, expectación a raudales y el diestro enfrentándose solo a toros de Victoriano del Río, Juan Pedro Domecq y Álvaro Núñez Benjumea.
En Alicante, otros cuatro toros en solitario, de Juan Pedro Domecq, Garcigrande, Victoriano del Río y Toros de Cortés. Y nada más.
“Es posible que él ya no tenga la necesidad de torear tanto, o que el cuerpo tampoco le pida más. Está en posición de elegir lo que quiere, cuando quiere y con quien quiere. Cuando él decide, decide todo: plazas, compañeros de cartel y ganaderías, que suelen ser las habituales que a él le gustan”, cuentan.
Pero a pesar de su hermetismo, ahora han saltado rumores sobre su vida privada, la que él mantiene para sí mismo a rajatabla. No da entrevistas, es más bien solitario y hace una vida tranquila, no le gustan los actos multitudinarios y sus reuniones con su estrechísimo círculo de amigos son en petit comité. Mientras, nunca ha dejado de entrenar a diario y con enorme disciplina, de ir a tentaderos en privado –a menudo acompañado por su hijo-, también durante la pandemia.
En 2020 saltaba la noticia: José Tomás y su mujer, Isabel Montes, se separaban. Aunque hubo un tiempo en el que se comentó que el diestro se había mudado a Hacienda Beach, al parecer, él mantiene un piso en Estepona (Málaga), muy cerca de la casa familiar, para estar cerca de su hijo José (nacido en 2011) fruto de esta relación, que comenzaba unos veinte años antes y que, según cuentan, nunca llegó a formalizarse como matrimonio. Ambos se conocieron cuando ella trabajaba en una tienda de fotografía de un centro comercial. Fue un flechazo. Isabel encontró al que parecía ser el amor de su vida.
Pero ahora han comenzado a oírse rumores de reconciliación. La relación entre José e Isabel parece ser magnífica. Hace unos días, los dos, junto a su hijo, aparecían en público juntos, como una familia normal, en el festival Starlite, para asistir al concierto de Leiva, gran amigo del diestro. La familia se ubicó entre el público, sin privilegios. Quizás también para pasar desapercibidos.
Tampoco Isabel ha dado entrevistas, ni sale en programas de televisión ni nada de ese ámbito. Ella es igual de discreta que José y lleva una vida normal en Estepona, ejerciendo de perfecta madre, cuidando a su hijo y acompañándolo a todas las actividades propias de un niño de su edad.
Cuentan también que los tres van juntos a Galapagar, en donde el torero nació y mantiene sus raíces, y dicen que se les ve muy bien juntos.
A ninguno se les había visto con otras personas durante su relación, hasta aquel octubre de 2020 en el que se comentó que se había visto a José en varias ocasiones por Estepona con otra mujer.
Isabel se quedó a vivir con su hijo en la casa familiar; José, se mudó a otro piso muy próximo a la que hasta ahora había sido su vivienda con su mujer y su hijo. Aquella relación se había terminado, pero todo ocurrió de forma amistosa y los contactos continuos entre la entonces ya ex pareja eran excelentes. Ante todo, la felicidad del pequeño.
Dicen que ambos tienen la custodia compartida del niño, y que éste pasa su tiempo en cualquier momento en uno u otro domicilio. También hay quien desmiente que hayan vuelto, incluso dicen que Isabel mantiene una relación con otra persona.
Pero sí muchos aseguran que Isabel y José “son almas gemelas y que vuelven a mirarse con complicidad y de otra manera”. Quizás sea la misma que hubo durante su etapa juntos. El tiempo lo dirá.
También se les ha visto juntos en Galapagar con su hijo en común