El Mundo Nacional - Weekend - La Otra Crónica
NUEVO “RESETEO” EN SU VIDA PARA SEGUIR A FEIJÓO A MADRID
Ha dejado Sargadelos, la empresa que ha relanzado y en donde solo tienen halagos para sus aptitudes. Nunca tuvo problemas en reinventarse. Ni siquiera cuando dejó de trabajar para Amancio Ortega y renunció a su sueldo millonario.
NÚÑEZ FEIJÓO (61 AÑOS) ya está instalado en Madrid, arropado por quienes realmente le importan: su pareja, Eva Cárdenas (57), y su hijo Albertiño, de 5 años, no sólo por los barones del PP que le recibieron como agua de mayo.
La ejecutiva gallega se mudó precisamente ese mes a la capital con el ex presidente de la Xunta a una bonita vivienda de alquiler por la zona de Paseo de la Habana y ya ha matriculado al niño en un colegio cercano para este curso. En Coruña, el líder de la oposición y su novia (que conste no están casados) vivían en el centro de la ciudad en un amplio piso propiedad de ella junto al barrio de los cantones, donde se les veía con frecuencia tomar algo, y llevaban a su hijo a un colegio concertado, el mismo en el que estudió Marta Ortega antes de marcharse a un internado en Suiza.
Para Feijóo el traslado está siendo más difícil que para su pareja. Se le hace cuesta arriba vivir en una gran ciudad, aunque no tiene más remedio si quiere seguir adelante con su carrera política hacia Moncloa. Cárdenas, sin embargo, lo lleva mejor; ya dijo en una ocasión que los cambios le “apasionan”.
A pesar de ser él quien ostenta la vocación de servicio público, quienes conocen a Eva Cárdenas saben de su arrojo en la sombra, una mujer nada apocada en las distancias cortas, y que “nunca aparece pero siempre está” al lado del amor de su vida. Lo comentó ella misma en un congreso de mujeres emprendedoras hace dos años cuando habló de su salida de Inditex en 2018, a la que suma ahora su marcha de Sargadelos, anunciada a principios de esta semana. “Hay que reconocer que en mi caso estamos hablando de oportunidades. Duro es perder un ser querido o no tener manera de sacar adelante a tus hijos o una soledad no deseada. Me gustaría no parecer frívola cuando digo que resetearme no me parece duro. Resetearse para mí es volver al inicio, volver a una posición de salida y tener las ganas de emprender un nuevo reto, de cambiar cosas en tu vida. No soy una persona inmovilista, y lo que más me puede gustar es la energía, la adrenalina, la dificultad de emprender algo, sea un proyecto en una compañía multinacional o sea algo difícil de hacer”.
Hubo quien adujo razones personales a su repentino abandono del gigante gallego y también se ha dicho lo mismo ahora que ha renunciado a su labor para la conocida marca de cerámica gallega, a la que ha asesorado esos dos últimos años coincidiendo con su relanzamiento y apertura de un nuevo tiendón en la mllla de Oro de Madrid. Pero no es estrictamente así.
En 2018 acababa de ser madre y Cárdenas estaba en el máximo nivel directivo como responsable de Zara Home desde 2003 ganando más de un millón de euros al año. Su puesto exigía la máxima dedicación y decidió apartarse por no poder seguir el mismo ritmo que antes y por su intención de emprender un nuevo negocio inmobiliario ilusionante, Nube Azul, que aún mantiene activo y le permitió conciliar mejor su vida familiar. Una compañía que maneja muy buenas cifras (más de tres millones y medio en activos) gracias al patrimonio de Cárdenas y en el que trabaja su hija veinteañera, fruto de su primer matrimonio. Una chica formada en el extranjero durante su etapa universitaria.
La trayectoria en Inditex de Eva Cárdenas (licenciada en Economía con máster en el IE) fue impecable. Gallega de nacimiento y perteneciente a una familia bien posicionada (su padre Antón, fue directivo de Caixa Galicia), aterrizó en Arteixo en 1999 tras pasar por Kraft y L’Oréal y gestionó la división cosmética de Zara antes de liderar la de decoración, que fundó, consiguió aumentar en ventas un 51%, llegando a facturar 800 millones al año. “Es una mujer de formas suaves pero a la vez exigente, perfeccionista y muy curranta. Pura filosofía de la casa. Aún mantiene una relación magnífica con los Ortega”, deslizan fuentes cercanas. Una señora competente con el valor añadido de una estupenda presencia (es alta, grande, de buena percha y elegante) y un carácter cercano; de hecho era frecuente verla comer con su equipo en el comedor de la compañía.
“Eva no necesitaba para nada un tío como yo, vivía mucho mejor antes de conocerme”, le dijo Feijóo a Bertín Osborne en el amplio sofá blanco de su salón-plató de televisión. Tiene razón. Cuando le conoció (se cruzaron en un avión y ella le confesó no haberle votado), Eva Cárdenas llevaba un carrerón que abandonó por amor y ahora le permite a ambos vivir con holgura, eso sí, con una mayor proyección pública que ambos detestan.
Apenas se dejan ver en amor y compañía, eso sí, cuando lo hacen es con naturalidad, como en los Premios Príncipe de Asturias o en una conocida gala solidaria anual gallega llamada Ilusión. La primera y última vez que les hemos visto juntos en Madrid fue este mes de junio en el concierto que ofreció la también gallega Luz Casal en el Teatro Real. Se sentaron cerca de Grande-Marlaska, que les saludó cariñosamente.
Es previsible que hagan cierta vida social en Madrid de puertas para dentro. De momento sabemos
Han alquilado una bonita vivienda en la zona de El Viso. Tienen de vecinos a varios miembros del IBEX
Ella mantiene activa su empresa inmobiliaria, en la que trabaja su hija mayor, formada en el extranjero
que Feijóo se ha reunido con importantes miembros del IBEX. De momento comparten barrio, El Viso, con algunos de ellos.
Por descontado irán muchos fines de semana a Galicia. Allí están la madre y hermana de Feijóo, también la familia de Eva. Tienen fincas, ella una en Moaña (Pontevedra), sobre el mar, y él en Teo (Coruña), donde les gusta ver jugar y crecer a Albertiño.