El Mundo Nacional - Weekend - La Otra Crónica
LA RECIBIÓ CON EL BOLSO COLGADO DE SU MANO
El primer encuentro oficial y protocolario de la primera ministra no tuvo lugar en el palacio de Buckingham, sino en el palacio de Balmoral, donde se encontraba recluida por sufrir, a sus 96 años, problemas de seria movilidad, necesitando de un bastón no solo para andar, sino para mantenerse en pie, como así la recibió y como pudimos ver en las imágenes facilitadas por la casa real británica. Lo que más sorprendía en estas fotografías es que Su Graciosa Majestad mantenía, cuando saluda a Liz Truss, su bolso de la marca Launer, siempre negro, colgado de su brazo desde hace más de 60
años. Había una gran curiosidad en el Reino Unido por saber su contenido. Se dice que no podía faltar una barra de labios, un estuche de gafas, pañuelos de papel, los crucigramas que sus ayudantes recortaban cada día de los periódicos, como yo para mi gran amiga María Dolores Góngora. Y, como pudo ver alguien, galletas para sus perros. Dicen que utilizaba el bolso para señales secretas a sus ayudantes: si lo pasaba de un brazo a otro es que debían intervenir y dar por terminada la conversación con un invitado pesado o que la recepción había terminado y deseaba marcharse. Por ello, nunca se separaba de él. Quién iba a decirnos que, 48 horas después de recibir a la primera ministra en Balmoral, la casa real anunciaría su fallecimiento. ¡Descanse en paz!