El Mundo Nacional - Weekend - La Otra Crónica
ANNE IGARTIBURU DE GANAR 300.000 AL AÑO POR SU “HOLA, CORAZONES” A ‘TU CARA ME SUENA’
Y lo que se embolsaba por las campanadas. La vasca se ha hecho un ‘capitalazo’ con el que mantiene casa en La Moraleja, un palacete. Un triunfo pese a su triste historia familiar.
AL APAGARSE LOS FOCOS, su sonrisa se torna pétrea. En ella, Anne Igartiburu (53) ha encontrado la máscara idónea para transmitir lo que quiere controlar sin desvelar lo que realmente se le pasa a nivel neuronal. En esa dualidad que aporta la fama, la presentadora se mueve como una sirena cuyas aguas maneja a su antojo en función de la corriente, pero jamás ha ido a la deriva.
Al igual que ocurre con Jesús Vázquez (57) que siempre ha sido el yerno que toda madre hubiese querido tener, con Anne ocurre algo parecido. Es lo que tiene que una se cuele a la hora de comer o de cenar con el único permiso de un mando a distancia que, afortunadamente, entroniza y destrona con facilidad pasmosa. Hace veinticinco años la presentadora se asomó a ese balcón cotidiano que democratiza todos los hogares triunfando en loor de multitudes al saludar con su icónico himno “Hola, corazones” que, curiosamente, ya no pronuncia desde hace algo más de una década.
Estar al frente de Corazón en La 1 supuso coronarse como una de las niñas bonitas de TVE. Atrás quedaba, pero no enterrado, su debut con 24 años en la televisión local de Mondragón (Guipúzcoa) con la que tendió puentes hasta ETB y Telecinco. Atracar en el ente público en 1997 le ha reportado no solo el cariño de millones de personas, sino también una perenne fuente de ingresos que le permiten gozar de un presente exento de preocupaciones a pesar de la galopante inflación.
Diferentes medios de comunicación publicaron que la presentadora se embolsaba 300.000 euros al año, más los extras obtenidos por presentar las Campanadas (entre 24.000 y 35.000 euros) amén de la infinidad de amadrinamientos e imagen de marcas, presentadora de eventos y otros dividendos obtenidos a través de sus empresas. Anne es inteligente y previsora.
Entre las que más beneficios le aportan figuran Hillargizar S.L. (1995) enfocada al cine, teatro, televisión y prensa que, según las últimas cuentas de 2018, tenía unos activos de 1,5 millones de euros; Triskel Izar S.L. (medios audiovisuales, gestión de imagen y publicidad) fundada en
1998 con unos activos de
4,2 millones de euros y Noaderra S.L –en honor a su primogénita, Noa– creada en 2004 destinada a la gestión, adquisición y administración de valores inmobiliarios. Según Lecturas, su activo superaba los 400.000 euros en 2021.
Por ello ha sabido invertir muy bien. Su residencia principal es una casa de 264 metros cuadrados –otros dicen que alcanza los 500, ¿parcela incluida?) en La Moraleja por la que pagó 1,2 millones de euros en 2005. Y cómo no, también posee dos propiedades más en Elorrio, que aún preserva impresionantes construcciones palaciegas de los siglos XVII y XVIII.
A pesar de hablar de los corazones de los demás, el suyo es intocable. Se blinda ante las preguntas íntimas, aunque de tanto en tanto deja caer algunos aspectos de su privacidad. Por ejemplo, entre sus placeres mundanos destacan los atardeceres en el Templo de Debod, la tortilla de patatas casera junto a sus tres hijos en picnics en El Retiro o dejarse caer en alguno de los vértices del Triángulo del Arte (Prado, Reina Sofía y Thyssen).
Como cualquier joven atractiva ha tenido varios romances. Los toreros Israel Lancho (43) y Fran Rivera (48), el tenista Feliciano López (40) y el más interesante mediáticamente, Álvaro Fuster (54), intimísimo del Rey Felipe VI (54), con quien salió en 2007. Tras tres años de noviazgo, se casó con el bailarín Igor Yebra (48) en 2004, de quien se separó dos años más tarde.
Por aquel entonces la presentadora había iniciado en solitario la adopción de Noa (22), una niña nacida en un orfanato de Bombay; posteriormente adoptó a otra criatura vietnamita, Carmen (11) y con su segundo esposo, el director de orquesta Pablo Heras-Casado (44), tuvo a su único hijo biológico, Nicolás (6). En casa son políglotas. Tal y como le confesó a Bertín Osborne (67) en Mi casa es la tuya “las cosas cariñosas las decimos en euskera, las órdenes en castellano y las académicas en inglés”.
El instinto maternal ha sido primordial en su vida. La pérdida de la jefa, como llama cariñosamente a su madre, la marcó profundamente. Lourdes Verdes era una maestra muy querida, apasionada de García Lorca y voluntaria de Protección Civil como guía canina. En 1987, pocos meses después de que Anne alcanzara la mayoría de edad, falleció en un accidente de helicóptero durante el rescate de un niño de 13 años en los Lagos de Covadonga (Asturias). En su Instagram suele recordarla en momento señalados con fotos, velas y frases cariñosas como “demasiado tiempo sin ti”.
Su padre había perdido a su compañera del alma y su hermano pequeño, Urko, a su faro. Gracias a la música consiguió mitigar la pena, llegando a ser guitarrista de la banda de punk-rock Eskorbuto, que aportaron al imaginario colectivo la canción Mucha policía, poca diversión, que se ha convertido en una especie de himno que recuperó, de soslayo, el taquillazo Ocho apellidos vascos (2014). Anne ya es una de las participantes confirmadas para Tu cara me suena 10.