El Mundo Nacional - Weekend - La Otra Crónica
EL INSOLENTE HOMENAJE DE SU HERMANO
La pobre y humillada reina Isabel tuvo que escuchar ese día las impertinentes palabras del impresentable conde Spencer, hermano de Diana, cuando, desde el púlpito de la abadía, se atrevió a decir: “Existe la tentación de canonizar tu memoria. Como ser humano tienes la suficiente talla. No hay necesidad de verte como una santa... Ella quería que nosotros, tu verdadera familia, protegiéramos a tus queridos hijos Guillermo y Harry. Yo lo hago aquí, en tu nombre”. El insolente homenaje
del conde Spencer a su hermana, prometiendo que la familia de sangre cuidaría de la educación de sus hijos, era como si aquellos niños no tuvieran padre y abuelos. Ignoro si la gran reina Isabel llegó a perdonar la humillación de hacer suyas las palabras de Tony Blair proclamando, contra la opinión de la familia real, a Diana “princesa del pueblo”. ¡Menuda desvergonzada princesa y menudo e histérico pueblo, cuya famosa flema británica desapareció por completo en los funerales de Lady Di!, que hasta la BBC, años después, tuvo que disculparse públicamente. Nada que ver aquel histerismo con el doloroso respeto de estos días por la reina más reina del mundo.