QUECA CAMPILLO, LA AUTÉNTICA AMIGA ENTRAÑABLE

‘COÑADAS’. A Isabel II no la deja tranquila su familia ni en sus propias exequias; de los últimos disgustos que le han dado a la soberana, el que más comentamos en la redacción fue el Megxit. Meghan Markle cae mal, lo dice Twitter con el hashtag #MeghanGoHome. Los que piensan que Harry volverá a Inglaterra cabizbajo y divorciado dentro de unos años somos legión. Una lástima que las cuñadas reales europeas terminen siendo coñadas. Léase, acaban hasta el idem las unas de las otras al verse forzadas a llevarse bien. Todos sabemos lo que piensa Kate de la afroamericana, también lo que opina Letizia de las Infantas. ¿Qué dice Mette Marit de la boda de su coñada Marta Luisa con el chamán? “¿Yo la problemática? ¡JA!”

NOCHE REDONDA BRAND. Lo único que me interesa últimamente de la Madrid Fashion Week es la cena que da cada edición Jorge Redondo para celebrar su desfile. Jorge ha trabajado como periodista, y es tan amoroso que vamos gente de todos los medios a arroparle, a él y a su hermano Manuel, que se hace llamar Maravilloso Ser en Instagram y es divertido a morir. Dieron un banquete en una mansión de Puerta de Hierro alquilada que bautizaron Villa Redondo. Aquello parecía la terraza cañí de Jep Gambardella en La Gran Belleza: repartieron pintalabios tono “chorizo” de Pamplona a las invitadas (esto es real), ingrediente estrella de las pizzas que sirvieron. Nos pusimos púas con la mortadela de Cristina Oria, muy dieta keto, aunque las gordas pecamos con la tarta pavlova que las influencers convocadas no cataron pero fotografiaron para sus cuentas de instagram. Marujeamos cosa fina. Hicimos apuestas a que nadie se atrevía a preguntarle a Naty Abascal por Luis Medina o a María Pombo por el increíble parecido de su ex cuñado con Domingo Terroba, ex de Karina. Conocí a gente súper interesante como las jóvenes venezolanas Daniela Rodríguez (agente de influencers y no influencers como Victoria Federica) y Linda Sharkey, mujer de Andoni Goicoechea, dueño de la cadena de hamburgueserías Goiko Grill.

En mi mesa no se habló de otra cosa que de Queca Campillo y del documental de HBO Salvar al Rey. Hace años yo trabajé en la sección de Fotografía de este periódico como editora. Le daba órdenes a los 25 fotógrafos que teníamos, mandándoles a cubrir desde un suceso a hacer un retrato para una entrevista y muchas veces ayudaba a Pedro J. a elegir la foto de portada. Quién me iba a decir que aquella Queca Campillo –de las pocas mujeres fotoperiodistas que había junto a nuestra Begoña Rivas y Cristina GarcíaRodero– que se firmaba muchas de las mejores fotos de la época era la auténtica amiga entrañable de Don Juan Carlos. Queca, afirman quienes la conocieron, era una tía talentosa y fascinante y no debe quedar reducida al episodio de la folloneta. Que así no se escriba la historia.

E.M. Queca Campillo.