El Mundo Nacional - Weekend - La Otra Crónica
LAS ÍNTIMAS RELACIONES CON LOS SOCIALISTAS DE LA PRESIDENTA DE RTVE
Su marido durante décadas, Pedro Pablo Mansilla, ha tenido excelentes relaciones con los presidentes socialistas. Abandonó la Dirección General de Prisiones por un escándalo y actualmente es cercano a Pedro Sánchez .
LA PERIODISTA ELENA SÁNCHEZ CABALLERO (64) ha sido aupada como nueva presidenta provisional de RTVE gracias a los votos de Unidad Podemos, PSOE y PNV y con la oposición de PP y Vox. Un nombramiento a modo de parche que supone el último capítulo de una honda crisis de audiencia, escándalos, cuestionamiento de credibilidad y acusaciones que atraviesa el ente público desde hace años. Tal y como reconocieron fuentes del ente público a EL MUNDO, el nombramiento de la nueva presidenta provisional, que no goza de los plenos poderes del cargo, ha sido una solución de contingencia para sustituir a su predecesor, Sánchez Tornero, que había perdido la confianza del Ejecutivo. A su favor, Elena Sánchez Caballero cuenta con una dilatada trayectoria como periodista en el ente público, en el que lleva trabajando desde 1984 y en el que ha hecho casi de todo: presentar matinales, las campanadas de Fin de Año, telediarios… También desde hace más de una década ha venido ocupando puestos de responsabilidad dentro del organigrama de RTVE como defensora del espectador, secretaria general corporativa, presidenta del Observatorio de Igualdad y miembro del consejo de administración. Asimismo, Elena Sánchez Caballero se encuentra muy bien relacionada con la nueva y la vieja guardia del Partido Socialista. Especialmente a través de su marido de toda la vida: el médico Pedro Pablo Mansilla Izquierdo. Se trata de un pretoriano de la época felipista convertido en promotor inmobiliario que ocupó distintos cargos durante la época de Felipe González y que ha mantenido excelentes relaciones con los sucesivos líderes del PSOE. Homenajeado por sus compañeros de partido y en el ojo del huracán de la polémica durante todas las etapas profesionales de su vida, Mansilla tuvo su primer gran momento de protagonismo durante el primer congreso socialista celebrado en España tras la dictadura. “A sus 22 años de edad, protagonizó uno de los episodios más recordados del 27 Congreso Federal del PSOE al convertirse en el primero en ondear la bandera republicana en un cónclave socialista de la España democrática”, reseña sobre él la web del partido. Poco después, se convirtió en el asesor del ministro de Sanidad Ernest Lluch, donde jugó una pieza clave para negociar la ley de Sanidad de 1984, antes de dar el salto a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, bajo el mando de Juan Alberto Belloch, donde se vio envuelto en su primer gran escándalo. Mansilla se vio obligado a abandonar su cargo al frente de prisiones tras descubrirse que había encargado a los reclusos de la prisión de Ocaña (una de las más duras de España por aquel entonces) que le construyeran muebles (18 marcos de puerta y 6 armarios) para su vivienda de uso privado. En su defensa, este organismo dependiente de Interior aseguró que no se trataba de una “irregularidad o corruptela”, que existían “precedentes” y que funcionarios y directivos encarguen muebles a presos “no era ninguna novedad”. Un escándalo que, sumado a un polémico contrato a dedo para la construcción de la cárcel de Picassent, le forzó a dimitir. Nada más abandonar el cargo público, el doctor Mansilla se convirtió en un prolífico y voraz promotor inmobiliario dedicado principalmente a la construcción de campos de golf y viviendas en localidades cercanas a la capital como Pozuelo o Moralzarzal. El siguiente gran escándalo protagonizado por Mansilla llegó de la mano del siguiente presidente socialista. A finales del primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el marido de la actual presidenta del ente público fue elegido a dedo como presidente de la Oficina de la Nueva Sede, cuya labor consistía en dirigir la gran operación inmobiliaria de RTVE de los 2000. Un José Luis Rodríguez Zapatero con el que Mansilla comparte una de sus aficiones: el running. Ambos coincidieron en la media maratón de Nueva York en marzo de 2014. Un hobby deportivo que comparte con otros antiguos altos altos cargos socialistas, como Francisco Javier de Paz Mancho (actualmente vocal del consejo de administración de Telefónica y considerado uno de los grandes poderes en la sombra de la política y la economía española), con cuyo dorsal corrió la media maratón de Valladolid de 2017. Unas ideas socialistas y una pasión por el deporte que también le unen al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de quien es “muy cercano”, según precisan a LOC fuentes de su entorno. Y es que, mande quien mande en el PSOE, el doctor Mansilla siempre parece estar ahí de fondo.