NO SE SINTIERON INSULTADAS

Posiblemente por mi profesión y porque he sido universitario, no me sorprenden ni escandalizan estas bromas que presencio desde octubre a diciembre. “Esto es una costumbre”, asegura una colegiala del Santa Mónica, sorprendida por la importancia que se ha dado. “¡Pero qué locura es esta! No hemos hecho nada, esto es una fiesta”, declaran muchos colegiales del Elías Ahuja. La trascendencia de lo sucedidose ha hecho viral y se ha politizado debido, sobre todo, a los colectivos feministas contra los estudiantes universitarios que “no respetan los derechos inherentes a la igualdad y dignidad de todo ser humano”.

Cierto es que la “guerra de sexos” tiende a desaparecer con la proliferación de colegios mixtos. En la Ciudad Universitaria de Madrid existen varios, aunque, según la información de Manuel Viejo y Elisa Silió en El País, “las colegialas del Santa Mónica no se sintieron insultadas cuando escucharon a los colegiales del Ahuja llamarlas ‘putas’ y ‘pedazos de mierda’ porque en el vídeo se las oye reír...”. Ellas dicen que el pasado domingo respondieron en ese mismo tono faltón. Los que “insultan” son sus amigos, hermanos, primos y, en ese contexto, no les resulta ofensivo. Al revés, las mónicas reconocen que los ahujos son tan galantes que las acompañan a la puerta de las residencias de madrugada para que nos les ocurra nada. De cualquier forma, sean ellas o ellos, deberían moderar el lenguaje.