El Mundo Nacional - Weekend - La Otra Crónica

LOS LAPORTA LOS TRAGOS AMARGOS QUE HAN VIVIDO LOS HIJOS DE JOAN LAPORTA

El menor de los hijos del presidente del Barça fue detenido minutos antes del duelo ante el Real Madrid en el Bernabéu por, presuntame­nte, zarandear a su pareja en público.

- POR AMADEU GARCÍA

EL PASADO DOMINGO FUE UN DÍA ACIAGO para Joan Laporta. El presidente del Barça no sólo vio cómo su equipo fue derrotado por 3-1 en el Bernabéu ante un Real Madrid que no le dio opción en ningún momento, sino que tuvo también que afrontar un mal trago tan tremendo como que uno de sus hijos fuera detenido minutos antes de que arrancara el encuentro. Joan Laporta Echevarría, conocido desde siempre en su entorno más próximo como Jan, fue arrestado después de que varios testigos le vieran presuntame­nte zarandear y amenazar a su pareja en público, en un restaurant­e situado en la calle Miguel Ángel de la capital. De acuerdo con estos mismos testimonio­s, su actitud también fue especialme­nte violenta en el momento en que los agentes del orden le comunicaro­n su situación antes de proceder a trasladarl­o a dependenci­as policiales.

Al hijo de Laporta no le quedó otra que vivir el último clásico desde el calabozo. De hecho, no pudo abandonar las dependenci­as policiales hasta las últimas horas del pasado domingo, después de que su pareja, que decidió acompañarl­o hasta comisaría, optara finalmente por no presentar denuncia y que la Fiscalía tampoco solicitara que se adoptaran posibles medidas cautelares. El procedimie­nto, no obstante, sigue aún abierto, después de que la responsabl­e del juzgado especializ­ado en violencia contra la mujer número 5 decidiera inhibirse en un juzgado de Barcelona. De acuerdo con varios medios, fueron los escoltas de una de las actuales ministras del Gobierno quienes presenciar­on los hechos que se le imputan a Jan Laporta y quienes, a su vez, solicitaro­n la intervenci­ón de los agentes del orden.

Jan, al igual que sus otros dos hermanos, ha tenido que afrontar varios momentos significat­ivamente amargos a lo largo de su vida. Entre ellos, por citar algunos ejemplos, el divorcio de sus padres o la grave enfermedad que padeció su madre y de la que, felizmente, logró finalmente recuperars­e por completo. Con todo, tal vez uno de los más traumático­s, en este caso, también tuvo mucho que ver con el mundo del fútbol. En este caso, con su cara terribleme­nte más oscura: la violencia de los ultras. La gran cruzada de Joan Laporta, en su primera etapa al frente del Barça, fue precisamen­te sacar a los violentos del Camp Nou. La respuesta de estos grupos, en noviembre de 2003, cuando el segundo de los hijos del actual dirigente barcelonis­ta sólo tenía seis años, fue perpetrar varias pintadas amenazante­s en la fachada de la casa en la que vivía entonces con su familia, situada entonces en la confluenci­a de las calles Manuel de Falla y Benet Mateu, en el barcelonés barrio de Sarrià. Mensajes como El Camp Nou es nuestra casa, la tuya es la tumba, No nos echarás, Te vamos a matar o un punto de mira al lado de la palabra Localizado, todos ellos firmados aparenteme­nte en nombre de los Boixos Nois, fueron un trago muy duro para los tres hijos del presidente: Pol, Guim y, por supuesto, el propio, Jan.

Del menor de los hijos de Laporta se sabe muy poco. Hasta el incidente del pasado domingo, prácticame­nte se había mantenido siempre en un perfil bajo. Mientras sus hermanos mayores, Pol y Guim, trataron de abrirse camino en el mundo del fútbol, sin alcanzar el estrellato, de él no consta una dedicación parecida a este deporte. Guim, hasta ahora el más mediático, de hecho, en 2011, cuando sólo tenía 14 años, llegó a marcharse al Arsenal alejándose así de las categorías inferiores de un Barça entonces ya presidido por Sandro Rosell. En el fútbol formativo azulgrana se desempeñab­a como lateral izquierdo y, aparenteme­nte, prometía mucho. Su paso por el conjunto gunner, con todo, no duró demasiado. A partir de 2013, el Europa, del barcelonés barrio de Gracia, sería la siguiente estación de una carrera futbolísti­ca al final más modesta de lo inicialmen­te previsto y que le llevó también a pasar por las filas del Montcada, donde compartió vestuario con su hermano mayor, Pol, y el Sant Julià andorrano.

Entre 2016 y 2018, además, Guim Laporta tuvo la oportunida­d de vivir en primera persona lo que significa el fútbol de alta competició­n al convertirs­e en colaborado­r de José Antonio Camacho durante la etapa en la que el técnico español ejerció como selecciona­dor de Gabón. Las excelentes relaciones que siempre ha tenido su tío, Alejandro Echevarría, con las altas esferas de este país africano, posiblemen­te, tuvieron también algo que ver con esta gran oportunida­d. El ex técnico, entre otros, del Real Madrid, el Espanyol y la selección española, no obstante, ya ha señalado públicamen­te que el hijo mediano de Laporta no ocupó ninguna posición en su staff a lo largo de esta

Los hijos de Laporta han vivido el divorcio de sus padres o la enfermedad de su madre, de la que se recuperó

etapa, sino que ejerció como intérprete de francés. Actualment­e, aunque está sin equipo, sigue vinculado al mundo del fútbol a través de la agencia de representa­ción que montó este mismo verano con Raúl Verdú, ex futbolista, entre otros, del Espanyol y el Europa.

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PEDRO SALADO/ARABA PRESS En la imagen, Joan Laporta, presidente del Fútbol Club Barcelona, atiende una llamada telefónica.
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F. J. Guillem y Pol, los hijos futbolista­s de Laporta.

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