AMOR ENTRE BLANCA ENTRECANALES E IGNACIO CALDERÓN

MIL VECES TELVA. Uno de mis planes divertidos de la semana ha sido asistir a la fiesta por los 1000 números de Telva, revista en la que también escribo. Se celebró en el palacete de los duques de Pastrana en Chamartín, donde se hospedaba Napoleón cuando visitaba Madrid. La cantidad de negritas convocadas fue considerable, aunque mis favoritas terminaron siendo Pablo Carbonell, cual pulpo en garaje pero simpatiquísimo con su mujer [María Arellano, que se dedica al reciclaje solidario de vestuario de cine] y Naty Abascal, que apareció envuelta en un cortinón rojo muy estiloso y no se cruzó miradas (ni la cara, gracias a Dios) con Carmen Lomana. Naty fue el comentario de la noche porque colgó, al rato de abandonar la fiesta en su cuenta de Instagram (entendemos que por error, pues al minuto la borró), un selfie en pijama en la cama, despeinada y desmaquillada, con un gesto parecido al de Amaia Montero que tanto ha dado qué hablar. Hay que tener cuidado con las redes, se te puede colar algo que no quieres que nadie vea... Naty fue una de las protagonistas, pero también Cari Lapique, una crack bailando Tómbola de Marisol, y los varios mirlos de pelo blanco (pel de rics) presentes. A los guateques de Telva no van sólo señoras bien y caballeros del mundo de la moda. Es la única velada a la que asisten queriendo, no obligados por sus esposas ni por compromiso, varones heteros con pintón, esa especie en extinción.

La pareja más señera de la noche fue la formada por Blanca Entrecanales e Ignacio Calderón, hermanísimos de José Manuel y Ramón. Blanca apareció elegantísima de rojo y su novio se confundía con un jovencito influencer: camisa abierta, ricillos blancos en la nuca, colgante molón con cruz en el cuello, pulseritas de tela y cuero... Ni Iñigo Onieva tiene tanto rollo. Blanca, abogada de formación y gran fortuna de España como heredera de Acciona, lo dejó todo por su granja ecológica toledana La Dehesa El Milagro. El resto de negritas se las dejo a María Eugenia Yagüe, aunque quiero hacer especial mención a Andrea Levy para agradecerle haberse manifestado en contra de las terribles meninas patrocinadas que habitan Madrid y le ha vendido un venezolano a Begoña Villacís. Basta ya de mancillar el legado de Velázquez. Quien quiera meninas, que se vaya a El Prado.

UNA SERIE DE HOMBRES, GRACIAS. Terminé Las de la última fila y al final me gustó más el final que el principio, pero me hizo llegar a una conclusión. Muchas estamos cansadas ya de tanta cosa femenina y feminista, de series y libros de amigas en la treintena protagonizando las mismas tramas. Me encantaría ver / leer algo sobre un grupo de hombres: ser varón hoy día resulta sospechoso de algo.... No digo yo que revisitemos Airbag, tampoco Very Bad Things o Todos los hombres sois iguales... Recuerdo una novela que me gustó mucho de David Trueba que se llamaba Cuatro amigos, por ejemplo. Algo así llevado a la pantalla no estaría mal. Con alguna escena de las que indigne en igual-da, plis.

HBO Blanca Entrecanales.