El Mundo Nacional - Weekend - La Otra Crónica
EL PROGNATISMO DE LETIZIA
Afortunadamente, las dentaduras de los miembros de nuestra Familia Real no son como las de sus antepasados. Doña Sofía no tiene un puente y Don Juan Carlos no padece el prognatismo tan característico de los Borbones. Alfonso XIII lo padeció de forma muy acusada. Se trata de una anomalía en virtud de la cual cesa la normal relación entre los maxilares superiores e inferiores y, como resultado de ello, la mandíbula se proyecta hacia adelante. Sin ser Borbón, sino Ortiz, Letizia tenía la barbilla bastante pronunciada y no es un secreto que se ha realizado numerosos tratamientos, uno de ellos la ortodoncia invisible. La ilustre doctora Eugenia Fernández, odontóloga especializada, le recomendaría un diseño de sonrisa para que esta sea juvenil. Aunque observa que tiene los dientes blancos, a diferencia de Felipe, podría mejorar si conseguimos que
los bordes iniciales sean más traslúcidos. Con ello ganaría la naturalidad que no tiene cuando sonríe porque le falta calidez y juventud a causa del prognatismo. A lo peor, le sucede lo que a Jesús Aguirre con aquello de “jaquecas de los Alba”. De 40 miembros de la Familia Real española, 30 lo tuvieron, consecuencia de un exceso de consanguinidad en sus matrimonios. Lo que sí parece es que Alfonso XIII tenía una dentadura magnífica, que no impedía sufriera una halitosis, mal olor de boca, que tiraba de espaldas a su esposa, la reina, y a sus amantes.
Según la ilustre odontóloga Eugenia Cervantes, Felipe VI tiene una sonrisa que transmite confianza y amabilidad pero le falta más luz y color y por ello a veces parece fría y apagada por culpa de unas piezas dentales de diferente color. Lo más recomendable sería una ortodoncia invisible para corregir esa leve malposición o apiñamiento y un posterior blanqueamiento o carillas de porcelana, ya que se ven algo amarillos.