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EL PUCELANO QUE FACTURA 100 MILLONES CON SUS PATATAS

Es el CEO de la empresa líder en el sector de la patata en España. Sus orígenes se sitúan en la empresa familiar, pero él decidió ir por libre y la aventura le salió muy bien. En la pandemia cuadruplic­ó su producción.

- POR INMACULADA COBO

JAVIER MELÉNDEZ ES ESA CLASE DE empresario que recuerda que hay vida más allá de Madrid y Barcelona. Su compañía Patatas Meléndez es la número uno del sector y está ubicada en Medina del Campo, un municipio de unos 20.000 habitantes situado en Valladolid. La empresa de Javier posee el 20% de la cuota de mercado y prevé cerrar el 2022 con una facturació­n de 100 millones de euros.

Todas estas cifras giran en torno a un único elemento: la patata, ese tubérculo imprescind­ible en nuestra dieta desde que Cristóbal Colón descubrier­a América. Javier está a punto de cumplir 50 años y lleva desde los 20 vinculado a este sector. La suya es una historia familiar en la que un día decide que quiere caminar solo. “Yo empiezo con mis padres y mi hermano en el año 92 con otra compañía que se llama Agroinnova y que se creó para empezar a comerciali­zar patata lavada. Siempre hemos estado muy ligados al campo, mi padre era agricultor, por lo que nos mueve a todos el hecho de poner en valor lo que cultivábam­os. Siempre he sido un poco más inquieto que el resto de mis familiares. Ellos eran más conservado­res y yo quería crecer. Mi familia se enfocó mucho en un cliente, El Corte Inglés, y yo quería venderle también a Mercadona, Eroski, Carrefour, Alcampo... A fecha de hoy son aún nuestros clientes”, explica a LOC el CEO de Patatas Meléndez.

Javier Meléndez decide poner en marcha su propia empresa en 1999 y se “divorcia”, insiste, de forma amistosa con su hermano, que sigue con la empresa inicial, Agroinnova. “En 2017 yo me quedé con el 100% de Patatas Meléndez y mi hermano con el 100% de Agroinnova. Él al final cerró el negocio. Se dedicó a otros temas y yo siempre he apostado por el

campo y creo que en el entorno donde vivo es una herramient­a necesaria. La pasión de empresario la tengo, pero también la pasión por este sector. Quiero devolver a mis orígenes todo lo que me han dado, en lo que siempre he creído. De verdad me siento muy realizado con lo que hago y no me veo haciendo otra cosa”.

Desde que comenzó su aventura en solitario, su crecimient­o ha sido exponencia­l. “En 2017 cerramos con 55 millones de euros en la facturació­n y en 2018 con 63. La progresión ha sido muy buena. En 2019 logramos 89 y en la pandemia crecimos mucho, llegamos a 104 millones de euros. Hubo mucho consumo en el hogar y la industria tuvo un papel fundamenta­l. Nosotros llegamos a cuadruplic­ar nuestra producción y creo realmente que hay que poner en valor el esfuerzo que se hizo”.

Una de las señas de identidad de su compañía es la cercanía con los productore­s. Javier insiste en la idea de estar cerca del lugar donde se genera tu producto y crear un sistema en el que el agricultor esté satisfecho con el precio que le pagas. “Para poder tener los mejores campos necesito que el agricultor esté contento y que me elija. Yo también elijo a los mejores agricultor­es”. Trabaja con 500 de ellos, a los que suma 370 trabajador­es fijos y otros 500 más eventuales.

Su apellido es una referencia en la zona, algo de lo que se siente muy orgulloso. También tiene ese sentimient­o con uno de sus productos, el que considera el mejor de los suyos. “Somos especialis­tas en las patatas para freír. Para competir con la patata congelada que toda viene de fuera de

España, contamos con una patata que es más sabrosa y crujiente. Somos los líderes de esta referencia en España. Es de la que más orgulloso me siento. Los españoles buscan una patata para freír que sea extraordin­aria y nosotros somos especialis­tas en las variedades de frito casera: una que se llama agria y también en lady amarilla”.

Javier hizo durante la pandemia una inversión de 36 millones de euros para crear la planta más innovadora de su sector. Quiere, en sus palabras, “dignificar la patata y elevarla de tubérculo a fruta”.

La exportació­n de momento solo supone un 6% de la facturació­n pero Javier abunda en la idea de que el crecimient­o de su empresa pasa también por ser una referencia en el exterior. En cuanto a la continuida­d de su empresa, Javier informa a LOC que tiene dos hijos a los que le encantaría pasar el testigo, pero advierte: “La visión que tengo es que mi empresa siga teniendo los mismos valores que hasta ahora. El tiempo dirá quién es el que me puede sustituir. Que sean mis hijos sería para mí lo ideal, pero lo que defiendo también es que el que esté dirigiendo la empresa tiene que ser el más capacitado. No van a ser herederos de nada. Les daré toda la formación posible, eso sí, y esperemos que alguno pueda tomar el relevo”.

“Tengo dos hijos y el tiempo dirá quién es el que me puede sustituir”

 ?? / CEDIDA ?? En la imagen, el CEO de Patatas Meléndez, Javier Meléndez.
/ CEDIDA En la imagen, el CEO de Patatas Meléndez, Javier Meléndez.
 ?? / CEDIDA ?? Una muestra de las patatas.
/ CEDIDA Una muestra de las patatas.

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