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Hacía tiempo que la televisión ya no solo se veía en una tele, sino en tabletas, portátiles, teléfonos… Todo cambió cuando surgieron apps que se aprovecharon de los vídeos en «streaming» para difundir programas que se pudieran ver en grupo, en distintas plataformas, de forma simultánea, sin perder la oportunidad de comunicarse a través de la pantalla entre los miembros del grupo. Cada uno con sus configuraciones individuales de idioma, subtítulos, etc., pero todos conectados como casi un siglo atrás se hacía: mirar la tele alrededor de la mesa.